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 sábado, 16 de agosto de 2003

Lilita desafió el frío en un acto para apoyar a sus candidatos en la provincia
Carrió: "La verdad derrumbó la muralla del régimen"
La líder del ARI aseguró que los legisladores del socialismo "negocian, transan y abdican". También le pegó al Lole

Hernán Maglione / La Capital

Siempre lo mismo: cuando llega y cuando se baja del escenario todos se desesperan por hablar con Lilita, saludarla, desearle suerte, pedirle que "no afloje", abrazarla. Anoche, desafiando el frío, Elisa Carrió otra vez estuvo en Rosario para apoyar a sus candidatos y, entre los saludos del principio y del final, hubo un acto en pleno centro, en el que no olvidó asociar a Carlos Reutemann con el menemismo y acusar de traidores a los legisladores socialistas.

Pese a que estaba previsto para las 18.30, la líder del ARI demoró una hora en llegar al escenario montado junto a la plaza Pringles, cortando el tránsito por Córdoba, a escasos 30 metros del comienzo de la peatonal. Más allá de los incondicionales militantes, los transeúntes ofrecieron expresiones elocuentes sobre el verdadero pulso popular y la llegada de Carrió en la gente. Algunos esbozaban una sonrisa más que auténtica al descubrir a la diputada en pleno discurso. "Vamos, Lilita", la alentó un grupo de chicos que cerca de allí habían repartido free pass para para los boliches. "Vayan a laburar", se quejó un padre con sus dos niños de la mano.

Está claro que, vaya donde vaya, la figura hegemónica de los actos del ARI es Carrió. Fue por eso que los candidatos Fernando Federico (a senador provincial), Alberto Muñoz (segundo concejal), Nire Roldán (encabezando la lista para el Palacio Vasallo) y Carlos Comi (intendente) fueron breves en el uso de la palabra, aunque sin olvidar críticas a la ley de lemas e incluso a la gestión de Hermes Binner en la ciudad.

"Yo hablaba en metáforas porque no le podía decir a la gente lo duro que iba a ser esto", arrancó Lilita. "Decía que iba a venir un parto doloroso, y ahora está naciendo una Argentina distinta. El tiempo que pasó es el de la verdad, que derrumbó la muralla del régimen", sentenció, además de acusar a algunos diputados de "mercenarios" luego de que apoyaran el juicio político contra el juez de la Corte Suprema Eduardo Moliné O'Connor.

"Este es el tiempo del juicio. Cuando María Julia Alsogaray cae presa o se declara la nulidad de las leyes del perdón, hay juicio. Va a haber jueces corruptos que van a ser malos en servicio del bien, y los enemigos se van a enfrentar entre ellos. Ese enfrentamiento se va a dar en el seno del partido gobernante, que es el que construyó las mafias".

Antes de arrancar con su discurso se había referido al juez federal Claudio Bonadío, sobre quien opinó que "es (Carlos) Corach", en alusión a la mítica servilleta en la que el ex ministro del Interior habría anotado los nombres de los magistrados adictos al menemismo.

"No vienen momentos fáciles. Yo le decía al presidente: «Vaya despacio», y ahora se entiende por qué lo decía, no vaya a ser que tenga todos los frentes abiertos un mismo mes", aseguró desde el escenario.

En cuanto a los ciclos que debe cumplir Argentina, precisó que "finalmente vendrá el tiempo de la paz. Nuestro lugar debe ser claro: al lado de la institución presidencial y en contra de la derecha reaccionaria".

También advirtió sobre los riesgos de la corrupción en el Pami. "Tengan cuidado acá, en Rosario, porque esas amenazas son verdad. Yo las viví, son mafias", afirmó, tras recordar el paso de Víctor Alderete al frente de la obra social de los jubilados.

El párrafo dedicado a las elecciones en la provincia fue breve. "Pongo las manos en el fuego por Alberto Piccinini, por Susana García y por Alicia Gutiérrez", dijo al referirse a los candidatos del partido a senador, diputada nacional y diputada provincial, respectivamente. "Sé que no van a traicionar, y por eso no estuve dispuesta a bajar a Rosario en listas de alianzas donde no pudiera decir lo mismo de diputados y senadores que sé -porque los vi- que negocian, transan y abdican en el Congreso de la Nación", disparó de lleno en el corazón de los socialistas, que meses atrás fueron en busca de una coalición con la gente del ARI y finalmente se quedaron sólo con el apoyo nominal de Lilita exclusivamente a la candidatura de Binner.

Precisamente, Carrió aconsejó "votar la boleta completa del ARI y el papelito chiquito de Binner gobernador".

Pese a que más temprano aseguró que no quería polemizar con el gobernador (ver aparte), tampoco se olvidó de Reutemann. "Hay personas que son buenmozas, pero seguramente cuando estén en el Senado van a votar con el menemismo", sentenció.

Tras afirmar que "Rosario tiene que ser una ciudad del ARI", Carrió se dedicó a cumplir con el ritual. "Sigamos peleando y construyendo con sencillez. La fuerza es de los débiles, la soberbia es de los fuertes", dijo antes de la ovación final, de los autógrafos, de los abrazos, de los "no aflojes, Lilita".

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Llamó a votar por el ARI "y el papelito de Binner"

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