Año CXXXVI Nº 49935
Política
Economía
La Ciudad
La Región
Información Gral
El Mundo
Opinión
Policiales
Cartas de lectores


suplementos
Ovación
Escenario
Campo
Educación


suplementos
ediciones anteriores
Salud 13/08
Autos 13/08
Turismo 10/08
Mujer 10/08
Economía 10/08
Señales 10/08


contacto

servicios

Institucional

 sábado, 16 de agosto de 2003

Charlas en el Café del Bajo

-Qué me cuenta, Candi, el juez Bonadío detuvo a los ex jefes Montoneros Perdía y Vaca Narvaja y ordenó la detención internacional de Mario Firmenich. ¿Cuál es su opinión de todo esto?

-Mire, ayer por la noche escuchaba radio Mitre y un oyente, que seguramente estuvo de alguna manera ligado al movimiento Montoneros o por lo menos a la Juventud Peronista conocida como la "Tendencia" (porque dio detalles precisos sobre algunas cuestiones muy finas) concluyó diciendo que todo esto no era más que "circo, pero sin pan". Y nosotros hemos dicho hace tiempo que todas estas medidas impulsadas por el gobierno, en oportunidad de la embestida contra el presidente de la Corte Nazareno, contra los militares y otras cuestiones por el estilo, eran plausibles pero olían a maquillaje, porque el fondo de la cuestión no se tocaba.

-Por aquellos días decíamos también que se aguardaba a que pasaran las elecciones para proceder a un ajuste de tarifas y al fin y al cabo el vicepresidente Scioli lo ha confirmado y confirmó también que sus relaciones con el Poder Ejecutivo no son de lo mejor.

-Mire, sobre la detención de los ex jefes Montoneros hay muchas versiones en Buenos Aires: que es una jugada de Duhalde para advertirle a Kirchner sobre los límites de su poder; que es una jugada de Menem para embarrarle la cancha al presidente y que es una jugada del propio gobierno para mostrar a la sociedad que aquí la justicia es para todos. Pero más allá de cual haya sido la causa de estas detenciones, yo creo, y cada vez me convenzo más de ello, que haber revuelto la estofa del pasado, un pasado lamentable al que ningún argentino quiere retornar fue una actitud equivocada.

-Habría que ver cuales fueron los verdaderos motivos que llevaron al presidente y sus hombres a rememorar estas situaciones. Porque aquí se habla mucho de la necesidad de que se termine la impunidad, muy bien ¿pero ese fue el verdadero propósito político con todas estas movidas?

-Esa es la pregunta del millón. Hoy todos hablamos de la detención de militares, de Montoneros, es como si de pronto hubiéramos retrocedido en el tiempo argentino unos veinte años. También hablamos del juicio a Moliné O'Connor y otros asuntos, pero -porque siempre hay un pero- siguen habiendo desocupados, hambre, presión tributaria, hospitales desmantelados, educación en bancarrota y una economía que repuntó apenas un poquito (para uno o dos sectores específicos) y allí se quedó. Y entonces tenía razón el oyente de marras: "todo esto es circo, pero sin pan".

-Para colmo comienzan a advertirse, como decíamos anteriormente, las discrepancias entre el vicepresidente y el Poder Ejecutivo y esto nos recuerda tiempos no tan lejanos, ¿no? Chacho, Chupete.

-Bueno, durante la campaña electoral nosotros dijimos (y recuérdelo, Inocencio) que Scioli era a Kirchner lo que el agua al aceite. Ideológicamente no tienen nada que ver y no extraña que ahora el motonauta diga que la anulación de las leyes de punto final y obediencia debida sea un adefesio jurídico. No soy constitucionalista, de manera que no puedo decir si esta anulación es una aberración jurídica, pero sí puedo opinar que en este país casi todo es aberración política.

-¿Por qué?

-Porque marca una realidad incontrastable cual es la de la falta de coherencia en las políticas que se aplican en el Estado argentino. Un día chicha con Alfonsín, otro día limonada con Menem y otro soda con Kirchner. Dígame Inocencio si usted fuera un gran inversionista internacional ¿Querría invertir en un país impredecible?

-La verdad es que a mí ni siquiera me gusta vivir en un país impredecible. Y aquí lamentablemente uno nunca sabe que es lo que va a ocurrir.

-Aquí hay algo que invariablemente siempre ocurre Inocencio: las tarifas aumentan, la Afip presiona a los comerciantes y pequeños y medianos empresarios, los sueldos no alcanzan, los chicos mendigan, los robos se suceden, los políticos pasean en suntuosos vehículos y viven en lujosas mansiones, el Fondo Monetario sigue dictando las pautas y nosotros seguimos sobreviviendo, como podemos, al mejor estilo Mc Giver.

Candi II

enviar nota por e-mail

contacto
buscador

  La Capital Copyright 2003 | Todos los derechos reservados