Newell's visita al Lobo jujeño, en choque vital por el descenso

Mauricio Tallone / Ovación

La historia se reescribe en cada fecha para Newell's. Cada partido termina en un desahogo, como ocurrió el sábado pasado ante Banfield, o en un martirio, como ya es una constante cada vez que juega en condición de visitante. El equipo se acostumbró a la fuerza a caminar permanentemente por los extremos, aunque la campaña del torneo Apertura retrata con elocuencia que la situación lo atormenta. Lo empuja a momentos de desorden y nerviosismo pocos aconsejables para enfrentar a rivales que respiran con naturalidad con la soga en el cuello. Precisamente Gimnasia de Jujuy, el adversario de esta tarde en el norte del país, es uno de ellos. Encima estará monitoreado desde el banco por el rosarino Carlos Ramacciotti, confeso hincha leproso y técnico de currículum engordado para apagar las brasas en los equipos que son un fierro caliente.

   No hay que pensar demasiado para darse cuenta que Newell's se encontrará hoy con un campo dinamitado de contratiempos. Aquel que imagina un trámite descongestionado vive en el limbo. Será una frase por demás de remanida que “se trata de otra final” pero es la única que realmente encaja a la perfección para englobar todo. Además, el equipo de Caruso Lombardi debe zurcir de una buena vez la herida de su pésima campaña lejos de casa. Tiene que cortar sí o sí con esa cadena de eslabones negativos, que ya encadena 12 partidos (con 4 empates y ocho derrotas). De lo contrario le resultará difícil salvarse del descenso y de la promoción. Tal vez sea fantasear demasiado con lo que viene, pero el Clausura promete ser otra coctelera indomable para los equipos que pulsean abajo y a Newell's no le alcanzará con un pleno jugando de local. Por eso sería saludable que empiece ya mismo a poner en funcionamiento sus neuronas y le demuestre a los rivales de turno que no es Colosodependiente. Una buena: alcanzó a Central en el promedio, con todo lo que eso significa.

   La victoria ante Banfield fue un resorte anímico en un momento crucial del ciclo de Caruso Lombardi. El mensaje del DT había empezado a perder credibilidad, sobre todo luego del empate ante Colón y la derrota frente a Olimpo. En un recreo, el técnico pasó de ser el gurú que le había lavado la cara al equipo en los triunfos contra Boca e Independiente a ser mirado de reojo por el hincha, los dirigentes y los jugadores experimentados. Hasta se molestó por el tratamiento que le dio la prensa a la movida de nombres que activó para enfrentar a Banfield, con la vuelta a la titularidad de Zapata, Da Silva y Donnet. Pero todo eso quedó en letra muerta luego del gol de Da Silva.

   Para enfrentar a los jujeños, Caruso Lombardi también modificará nominalmente la formación. No aguantó más el gol que no llegó de Salcedo y en lugar del paraguayo jugará Vázquez. Tampoco bancó más los malos rendimientos de Lucero. Y como llegó el transfer de Juan Quiroga sería titular marcando la punta izquierda, esta implicaría que Ansaldi se corra a la zona izquierda del medio, por lo que Donnet pasaría a la derecha y el que saldría del equipo sería Martín Seri. Eso sí, no lo confirmó porque espera la evolución de Ansaldi, con un molestia en el pie izquierdo. Aunque se presume que jugará.