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 viernes, 30 de noviembre de 2007  
Condenan a la Municipalidad por no haber evitado la muerte de un travesti
La víctima recibió un puntazo y un médico del Sies no le dio la atención que habría podido salvarla

La muerte de un travesti en 1997 habría podido evitarse si el médico del Sistema Integral de Emergencias Sanitarias (Sies) que lo atendió después de que recibiera un puntazo en el abdomen le hubiera prestado la necesaria asistencia. Ese es el fundamento de un fallo de la Justicia, que condenó al municipio y al profesional a indemnizar con 100 mil pesos a la madre de la víctima, una mujer mayor de escasos recursos.

   Ocurrió la madrugada del 29 de julio de 1997, en Provincias Unidas e Ituzaingó. Alertados porque una persona vestida con ropa femenina estaba caída en la vereda, hasta allí llegaron dos policías de la seccional 14ª, quienes llamaron a una ambulancia del Sies. En la central médica quedó registrado un pronóstico de “herida de arma blanca”.

   Sin embargo, recordó ayer la patrocinante de la demanda, Mónica Barroso, el médico Carlos T. que arribó con la ambulancia del servicio municipal sólo tomó el pulso de la víctima, “dijo que no tenía nada”, excepto “aliento alcohólico”, y que estaba “muy tomada”.



Tarde. La persona que estaba en el piso era Sergio Arias, de 39 años, conocido en el ambiente travesti como “Marcela”. Junto a él se encontraban también dos mujeres que ejercían la prostitución.

   Así, sin más diagnóstico, Arias quedó tendido en el piso y dos horas después el Sies recibió otro llamado advirtiendo que en el mismo lugar se encontraba una persona exangüe o fallecida. Fue nuevamente Carlos T. quien llegó en la ambulancia, pero para entonces nada pudo hacer por la víctima: ya estaba muerta.

   Esta vez el médico sí advirtió, al levantar la remera para auscultarla, que tenía una pequeña herida en el hipocondrio (bajo las falsas costillas) y que en la prenda incluso había dos manchitas de sangre.

   La muerte, se demostró después, sobrevino por un “shock hipovolémico” (estado clínico en el cual la cantidad de sangre que llega a las células es insuficiente o inadecuada para que puedan realizar su función normal) porque un arma blanca le había seccionado la arteria mesentérica, una de las que irriga el sistema digestivo.

   En su fallo del 20 de noviembre pasado, el Tribunal Colegiado de Responsabilidad Extracontractual Nº 1 hizo lugar a la demanda de la madre de la víctima, Angelina Varela, y condenó tanto al médico del Sies como la Municipalidad a pagarle 100 mil pesos, más intereses y costas.

   Lo hizo al entender que el médico no brindó a la víctima una atención adecuada y así la privó de “toda chance de vida”. Según Barroso, la falta de examen médico (culpa por omisión) y la excusa dada por el profesional sobre una supuesta oposición del herido a ser atendido fueron largamente analizados en la causa.

   Arias era agente de prevención de una ONG (hoy conocida como Vox) que lucha contra el avance del HIV. Con ese ingreso, más lo que ganaba como trabajadora sexual, mantenía a su madre, que desde entonces quedó sin sostén. l
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“Marcela” apareció tendida sobre la vereda de Provincias Unidas e Ituzaingó el 29 de julio de 1997. Su madre cobrará ahora 100 mil pesos más los interesas y las costas correspondientes.

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