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miércoles,
28 de
noviembre de
2007 |
Central, uno más
Para el DT es un rival como cualquiera de los que dividen por tres
Lo más jugoso de la charla de Caruso Lombardi ayer con la prensa giró en torno a las impresiones que le quedaron del triunfo ante Banfield cuando ya pasó por la zaranda de los días. El técnico también se quejó de lo que supone algún tipo de persecusión mediática hacia su persona, pero lo valioso de su análisis fue que estuvo centrado en la realidad rojinegra. Por eso afirmó que ante Banfield sólo se ganó y que haber alcanzado a Central en los promedios fue importante pero para él es un rival como cualquiera de los que dividen por tres.
“Ganamos, nada más. Tal vez en otros partidos no debimos perder y perdimos, y ahora no debimos ganar y lo hicimos”, graficó Caruso. “Estábamos muy nerviosos porque veníamos de recibir un mazazo con Olimpo y se sintió en el segundo tiempo, pero tuvimos suerte y al menos disfrutamos de un domingo en paz”.
Respecto a haber alcanzado a Central en la tabla del descenso, Caruso no se mostró especialmente contento porque se trate del equipo canalla. “Para la gente es importante pero para nosotros es un rival como cualquiera de los que dividen por tres. A mí me interesa achicar los puntos que nos lleva Gimnasia, Colón o Racing, porque los recién ascendidos son más impredecibles. Pierden dos partidos y están a kilómetros de distancia pero ganan dos y te pasan. Ojalá que ahora en Jujuy nos acerquemos a Gimnasia”.
Si eso pasa, Newell’s podría cortar la mala racha de visitante, a la que Caruso no le encuentra una explicación contundente. “Yo sigo lamentando las derrotas ante Huracán y Olimpo, donde no debimos perder. Con Gimnasia sí, porque jugamos mal. Al menos desde que estoy yo, me parece que sólo pasa por embocar un buen resultado. En estos dos partidos que vienen tenemos que jugar con el cuchillo entre los dientes para lograrlo”.
A Caruso no le gustó que se diga que fue a lo seguro al elegir a los experimentados ante Banfield y allí se fue en dirección hacia críticas según él desmedidas. “Jugaron porque se lo ganaron en la semana, como pasó siempre desde que llegué. No le regalo nada a nadie. Me causó gracia cuando dijeron que ante el temor puse a los más grandes. Yo pongo al que está bien. Se habla de más, como que varios jugadores están peleados conmigo, o que alguno habló con el presidente para que me eche. Alguno parece que quiere que me vaya, pero no le di el gusto”.
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