Alarma en Francia por la aparición de jóvenes armados en los disturbios

En los últimos incidentes en las afueras de París 30 policías fueron heridos de bala. Ayer se volvieron a registrar desmanes. El presidente Sarkozy convocó a una reunión de seguridad

París.— La aparición de jóvenes armados que dispararon contra policías en varios suburbios de París despertó en Francia la preocupación por una escalada de la violencia similar a la vivida en 2005. Autoridades informaron que al menos 82 policías resultaron heridos en los disturbios del lunes, 30 de ellos por escopetas cargadas con perdigones. A pesar de que el gobierno reforzó ayer la presencia policial en las áreas afectadas, se repitieron algunos disturbios de menor intensidad durante tercera noche consecutiva. El presidente Nicolas Sarkozy pidió calma y convocó a una reunión de seguridad con sus ministros para hoy.

Autoridades declararon ayer que la situación es “peor que en 2005”, cuando los jóvenes de los barrios de inmigrantes se enfrentaron durante tres semanas con la policía. “Esta vez se disparó, ahora hay voluntad de matar”, dijo el alcalde de Sarcelles, François Pupponi, mientras el jefe del sindicato policial Synergie, Patrice Ribeiro, advirtió de la posibilidad de que se produzcan “dramas” si la policía se ve obligada a actuar contra personas armadas.

Los disturbios comenzaron en la noche del domingo, en el suburbio parisino de Villiers-le-Bel, después de que dos adolescentes de origen africano murieron al chocar su moto contra un vehículo policial. En la noche del lunes al martes los manifestantes volvieron a quemar automóviles, incendiaron edificios y se enfrentaron con la policía.

Los jóvenes prendieron fuego a una biblioteca, un jardín de infantes, una escuela y varios negocios. El centro social del barrio fue saqueado y docenas de autos ardieron.

Rifles de caza.
Los disturbios se extendieron en la segunda noche de violencia a otros cinco lugares del departamento de Val d’Oise, al norte de París. Los atacantes utilizaron por primera vez armas de fuego. Durante los enfrentamientos, “un policía resultó herido al recibir un disparo con una bala de gran calibre en el hombro”, explicaron ayer las autoridades, mientras otros resultaron gravemente heridos por armas de caza.

Ribeiro afirmó que 82 policías fueron heridos en la noche del lunes, algunos de los cuales no se atrevieron a ir al hospital por miedo a ser linchados. En dos días, las autoridades consideran que hay más de 120 policías heridos, frente a los 15 heridos diarios que se producían en los disturbios de 2005.

Desde entonces, muchas bandas juveniles se han armado y testigos aseguran que esta vez los vándalos salieron a la calle con rifles de caza.

El primer ministro francés, François Fillon, anunció ayer una dura actuación contra los “criminales”. “En una democracia no hay venganza, sino justicia”, añadió. La ministra del Interior, Michele Alliot-Marie, por su parte, pidió ayuda a la población para “aislar a los criminales”.

Entretanto, Sarkozy convocará a importantes asistentes a una reunión de seguridad cuando regrese hoy de China. Su intención es visitar a los policías heridos y recibir en el Elíseo a los padres de los dos adolescentes muertos.

La chispa.
El abogado Jean-Pierre Mignard, estrecho confidente de la candidata socialista a las últimas presidenciales francesas, Segolene Royal, asumió la representación de los padres de los jóvenes fallecidos, como ya hizo tras la muerte de otros dos jóvenes que huían de la policía en 2005, lo que desató los disturbios en aquella ocasión.

El desencadenante de los sucesos esta vez fue la muerte de dos jóvenes de 15 y 16 años que, en una moto sin permiso que iba a alta velocidad, chocaron en un cruce contra un vehículo de patrulla policial.

En un principio se puso en duda la actuación de los agentes, y los rumores indicaban que los policías podrían haber negado la asistencia necesaria a los jóvenes. Pero después la Fiscalía General confirmó que los agentes actuaron correctamente, algo que confirmaron testigos presenciales y los médicos de emergencias del cuerpo de bomberos.

Sin embargo, en internet se extendieron, junto con imágenes de video, los rumores de que la policía persiguió a muerte a los adolescentes.

En ruinas. Así quedó una concesionaria de autos en el suburbio parisino de Villiers-le-Bel después del ataque de los manifestantes.