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 domingo, 18 de noviembre de 2007  
Los que se van y los quie vienen

Por Carlos Duclos
“No más violencia”. Ese es el deseo que late en los corazones de muchos argentinos, en este caso santafesinos. Es una esperanza ferviente y es también el nombre de una organización evangélica que, sin que trascendiera demasiado, o acaso debidamente, ha trabajado en los últimos tiempos de diversos modos en la estructura penal rosarina y junto con la policía. Este grupo de personas pertenecientes a iglesias evangélicas incentivó su trabajo cuando el actual jefe de la Unidad Regional II, Ricardo Ruiz, les permitió que ingresaran a una comisaría para convertir a quienes habían delinquido. Al poco tiempo no sólo que había conversos, sino que la comisaría estaba totalmente remodelada. Desde 1999 este grupo colabora por ejemplo en los encuentros futbolísticos de primera división, junto con la policía, para preservar el orden. Como ellos mismos dicen: “Producir un proceso de transformación de la sociedad, ejerciendo una profunda influencia en cada comunidad por medio de acciones concretamente prácticas que exalten y expresen la paz, la justicia, la verdad y el amor de Dios”.

La cosa es que las actuales autoridades (ya salientes) de la Unidad Regional II, junto con este grupo evangélico, habrán de inaugurar mañana en la jefatura una central para la sala de comunicaciones del Comando Radioeléctrico como la que jamás en la historia de la policía rosarina existió: Remodelación total del edificio, mejoramiento de las condiciones de trabajo y seguridad, instalación de equipos de refrigeración y calefacción; instalación de un generador de energía, son algunas de las obras realizadas. Pero lo más importante: se ha provisto de un equipo de servidor de datos para alojar los sistemas informáticos de recepción de llamadas y grabación de voz; se implementó un sistema de grabación durante las 24 horas; se instalaron 14 computadoras de primera generación y 13 teléfonos de alta gama. Además, se diseñó y se realizó el tendido de las nuevas redes de comunicación de datos y telefonía y otros aspectos no menos importantes. La obra, naturalmente, es importante y significará mucho en la ardua tarea de contener el delito.

Los herederos. Mientras el jefe de la Unidad Regional, Ricardo Ruiz, reunió a toda la plana mayor en estos últimos días y les pidió trabajar hasta el último día (según algunos informantes que estuvieron presentes en la reunión dijo: “Nosotros no pertenecemos a ningún partido político, nosotros tenemos el compromiso con la camisa azul y ese compromiso implica que no bajemos los brazos”). No son pocos los que se preguntan por estas horas quienes serán los herederos de este y otros emprendimientos que se inaugurarán esta semana en la policía rosarina. Los nombres que dan vuelta en la calesita policial son varios, algunos con probabilidades bien ciertas. Incluso se dice que algunos candidatos ya están hablando con oficiales y armando cuadros. Pero, ¿no será ponerse el traje antes de la boda?

Lo mismo ocurre con la Jefatura de Policía de la provincia. Recientemente se echó a rodar el nombre del comisario retirado José Luis Giacometti para ocupar ese cargo y no deja de mencionarse el nombre de Abel Sosa.

Pero todas son conjeturas. Hasta ahora no hay nada firme, porque las autoridades que habrán de asumir en diciembre no saben todavía como quedará conformado el marco policial si el actual gobierno hace lugar al reclamo que han hecho algunos oficiales respecto de la junta de 2005. Y es casi seguro que el reclamo prosperará y ascenderán a comisarios generales José María Thomson, Rubén Arias (actual jefe en Coronda), Rimoldi, actual titular en la regional de Casilda, ¿no podrían muy bien algunos de estos altos oficiales acceder a la Jefatura de Policía de la provincia?

Otros que ascenderán (probablemente antes de que concluya el mandato de Obeid) al grado de comisarios mayores son los actuales inspectores Lardito, Luesma, Flores y Dutroel. Todo dependerá –sostienen algunas fuentes- del tiempo que demanda el mero trámite burocrático. Parece que las circunstancias imponen esperar.

Nombre cantado. Lo único cierto hasta el momento que el nada fácil trabajo de Secretario de Seguridad lo ocupará, si nada extraño ocurre, el ex diputado, abogado santafesino y reconocido político Carlos Iparraguirre, quien tiene en su haber entre otras cosas el estar preocupado por el auge del delito. Iparraguirre es autor de varios proyectos vinculados con la tenencia ilegal de armas y uno muy específico que tiene que ver con el agravamiento de las penas para aquellos que suministren armas a menores. Señaló al confeccionar el proyecto: “Como ocurre muchas veces, hay adultos que se aprovechan de la protección que los menores tienen en el ámbito penal para buscar eludir a la justicia, pretendiendo que los mismos se hagan cargo de los hechos, o bien les facilitan el acceso a las armas de fuego, iniciándolo en los hechos delictivos. Es por ello que pretendemos agravar el caso de la provisión de armas de fuego a menores. Consideramos que es un hecho mas repudiable y por ende pasible de una mayor sanción, la provisión de armas a un menor que a un mayor que no haya realizado los tramites que lo habilitan para ser un usuario en los términos de la ley”.

A modo de despedida. El actual secretario de Seguridad, Gustavo Peters, quien se ha consustanciado y preocupado por el buen funcionamiento de la institución policial, recorrió al asumir todo el país, tomando conocimiento de la realidad policial en otras provincias. Entonces Peters señaló que la policía santafesina era buena, eficaz. Ayer el funcionario señaló que “después de casi tres años me voy con el mismo pensamiento”. Peters expresó algo muy cierto: “La policía no tiene que perder la institucionalidad”. En efecto, si ello ocurriera no sólo la propia institución estaría en dificultades sino la ciudadanía y el poder político, algo que no todos comprenden.

¿Quién será presidente? Para terminar, algo sobre el Poder Judicial. Falta definir aún quien será el presidente de la Corte Suprema de Justicia de la provincia. No es poca cosa en este marco político. Hay quienes dicen que podría ser María Angélica Gastaldi. Pero nadie descarta que siga un período más el actual presidente, Roberto Falistocco.

Es más: de fuentes confiables se ha sabido que algunos magistrados le han solicitado personalmente en los últimos días al santafesino Rafael Gutiérrez que se postule. Se fueron sin un sí, pero tampoco se llevaron el no. “Lo voy a pensar”, habría dicho Gutiérrez horas antes de irse de un viaje del que regresa el lunes por la tarde.
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