La industria apuesta a Cristina para pasar del crecimiento al desarrollo

Tras la expansión de los últimos cinco años la actividad va por la consolidación

Patricia Martino / La Capital

El punto de partida es más que favorable. Cinco años de crecimiento económico marcan un antecedente interesante pero el sector industrial va por más y sobre la mesa están planteados nuevos desafíos que buscan apalancar el buen momento que atraviesa el mundo fabril: pasar del crecimiento al desarrollo.

   Los empresarios afirman que el círculo virtuoso de la industria se completaría con más inversiones y esto significa sumar tecnología para consolidar la competitividad según los estándares a nivel mundial y así ampliar la internacionalización de las compañías pero también para ganar escala y responder a la creciente demanda del mercado interno.

   Ante este rumbo surge la necesidad imperiosa de una verdadera banca de desarrollo que financie en el mediano y largo plazo a los sectores productivos y, al parecer, según lo anunciado en la 13ª conferencia de la Unión Industrial Argentina (UIA) por el jefe de Gabinete, Alberto Fernández, durante el gobierno de Cristina Kirchner se plasmaría el proyecto.

   Los industriales aseguran que es “urgente” la necesidad de financiamiento de largo plazo y por eso las opiniones sobre si se necesitaría una nueva entidad o se podría reorganizar el sistema financiero actual están divididas.

   Guillermo Moretti, miembro del comité ejecutivo de la UIA y vicepresidente de la Federación Industrial de Santa Fe (Fisfe), presentó algunos números sobre la relación de los créditos otorgados al sector privado respecto del PBI. Mientras que países como Estados Unidos casi llegan al 200%, España supera el 100%, Chile el 70% y Brasil el 30%. En la Argentina apenas se llega a un 11% y de esa cifra sólo el 2,2% corresponde al sector industrial.

Las inversiones

   “La recuperación industrial se hizo sin financiamiento, para pasar del crecimiento al desarrollo necesitamos orientarnos a créditos de largo plazo a tasas que se adecuen a los proyectos de largo plazo”, indicó.

   El referente local puso sobre la mesa la experiencia de Brasil y su Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (Bndes). Durante 2006 esta entidad otorgó financiamiento por 26 millones de dólares y un 50% correspondió a créditos para la industria y un 50% para infraestructura.

El modelo brasil

   Los industriales están convencidos de que la banca implementada por Brasil es el modelo a seguir. Armando Mariante, vicepresidente del Bndes, explicó cómo funciona la entidad y marcó una diferencia: es un banco del Estado, no del gobierno “una diferencia sutil pero importante”, aseguró. Sus prioridades actuales son promover las inversiones en infraestructura, logística, transporte, energía, pymes y exportaciones.

   Uno de los puntos que destacó Mariante es que la entidad cuenta con un bajo índice de incobrabilidad, actualmente llega a 0,5%. Otro de los temas que interesó a los industriales que escucharon su disertación fue cómo obtenían el fondeo. El vice del Bndes contó que surge tanto de capitales nacionales como internacionales y además contó que el plazo medio de financiamiento es de siete años, unos 83 meses.

   Tal vez uno de los beneficios que debería tener en cuenta el gobierno nacional para poner en marcha una banca de desarrollo en la Argentina sería que uno de los análisis del Bndes advierte que las empresas financiadas por esta banca tienen un crecimiento en el nivel de empleo y los salarios son mejores, mencionó Mariante.

   “Argentina tiene un enorme potencial para seguir el proceso de desarrollo, es nivel educacional es mucho más alto que en Brasil y esta es la materia prima para el desarrollo”, subrayó el vicepresidente del Bndes y concluyó su presentación parafraseando a Carlos Pellegrini: “Sin industria no hay Nación, pero sin financiamiento de largo plazo no hay desarrollo estable”.

   En otro tramo del encuentro, Esteban Dómina, presidente del Banco de Inversión y Comercio Exterior (Bice), mostró algunos números locales de la entidad y destacó que “no necesariamente la banca pública tiene que estar condenada a los malos créditos, con buena fe es posible”.

   Tras contar que el Bice tiene un 99,8% de su cartera en situación normal y mencionar que entre 2005 y 2007 presentó 1.300 millones de pesos, Dómina aseguró: “No se debe estigmatizar a la banca pública, puede cumplir con su objetivo sin por eso malgastar los recursos de todos. A muchos les puede parecer reducida la escala de este banco, pero todo el sistema financiero de la Argentina está reducido. Sino prestamos más es porque no tenemos los fondos”.

El fondeo

   Justamente el tema del fondeo de una banca de desarrollo es una de las encrucijadas a resolver. “Un país necesita una banca de desarrollo, si es un banco como tal o no es un tema a resolver, pero es necesario abordar cómo se obtendrá el fondeo para el financiamiento de largo plazo. No se puede financiar con depósitos del público porque son de corto plazo, llegó la hora de que se socialicen los depósitos de los argentinos, no se puede permitir que no fluyan para las necesidades de los sectores productivos”, indicó.

   Juan Carlos Lascurain, presidente de la UIA, destacó que desde la entidad que dirige quiere un crecimiento con inclusión social. “En el mundo nos ven como que tenemos una gran oportunidad, nosotros la recitamos, pero se tiene que dar en los hechos y el acuerdo que propone la futura presidente es una oportunidad y no se trata sólo de precios y salarios, hay otros temas para definir qué estrategia de país queremos para los próximos 5 o 10 años”, sintetizó.

   Sergio Vacca, presidente de la Asociación de Industriales Metalúrgicos de la República Argentina (Adimra), subrayó la importancia de pasar de un crecimiento cuantitativo a un desarrollo, más ligado a lo cualitativo “para poder tener una sociedad mejor”. En ese sentido, señaló que “los números demuestran cuan ligado esta el crecimiento de Brasil al financiamiento de largo plazo y a la existencia de una banca de desarrollo” y señaló que Argentina debería seguir el modelo brasilero.

   “Si se trata de un banco existente o uno nuevo es una cuestión instrumental, lo importante es que lo tengamos”, destacó Vacca. Carlos Capisano, presidente de Fisfe, indicó que “la clave empresarial es la innovación tecnológica y por eso destacó la necesidad de una banca de desarrollo”. En rigor, precisó que la industria necesita inversiones para trabajar en la competitividad que el país necesita y lograr la internacionalización de las empresas con calidad y precios.

Crecimiento autosostenido

   El economista Eduardo Curia opinó que la Argentina “necesitará varios lustros con este rumbo para revertir décadas acumuladas de frustraciones, debemos avanzar lo más rápido que podamos y esto requiere un esfuerzo de inversión extraordinario, esto será lo que respaldará la productividad del país y traerá salarios altos”.

   Ferrer consideró que “el país tiene los medios” para seguir el camino ascendente y por eso llamó a que todo el conjunto del sistema bancario se involucre en la creación de departamentos para alcanzar el financiamiento de largo plazo. “Para el próximo gobierno este tema del financiamiento es fundamental, es prioritario para seguir creciendo a tasas altas y así resolver el tema de la pobreza que tiene el país”, agregó.

La conferencia anual de la Unión Industrial Argentina (UIA) debatió la agenda del gobierno que viene.