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domingo,
18 de
noviembre de
2007 |
Un gabinete que promete continuar con el modelo
La presentación del gabinete de Cristina Fernández de Kirchner deparó pocas sorpresas y dio señales, en principio, de una línea de continuidad con la gestión del presidente Néstor Kirchner. Con algunas movidas, se mantiene en términos generales los equilibrios entre los dos grandes referentes ministeriales, Julio de Vido y Alberto Fernández.
Las novedades vinieron de la mano de la creación del Ministerio de Ciencia y Tecnología, a cargo de Lino Barañao, y de la designación del joven presidente del Banco Provincia de Buenos Aires, Martín Lousteau, como ministro de Economía. Discípulo de Javier González Fraga y dueño de una meteórica carrera como economista y funcionario, el futuro jefe del Palacio de Hacienda se acomoda al perfil desarrollista que caracterizó a la actual gestión y que promete continuar.
Su nombre fue bien recibido por la cúpula de la Unión Industrial Argentina (UIA), que en la misma semana realizó su conferencia industrial, de modo que permite ratificar la alianza entre ese sector y el gobierno. Como una señal más, el jefe del Gabinete, Alberto Fernández, prometió la creación de una banca de desarrollo, quizás a través de una entidad específica en la que recalaría Miguel Peirano. Más allá de los nombres, los primeros pasos de Cristina al nombrar su gabinete muestran no sólo una continuidad general de las políticas públicas sino también del estilo de su antecesor. A pesar de sus pergaminos y la curiosidad de ser el ministro de Economía más joven de la historia del país, Lousteau tendrá que convivir con una sana costumbre inaugurada por Néstor Kirchner. El Palacio de Hacienda ya no es como antes una magistratura paralela del Estado sino una oficina donde se cumplen las órdenes de los presidentes.
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Fotos
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Martín Lousteau, futuro Jefe del
Palacio de Hacienda.
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