Chaqueño Palavecino lanzó su nuevo álbum, “Chaco escondido, soy de allá”

“Dejamos entrar a la música foránea y eso es responsabilidad de los medios”

El músico habló de su flamante CD y dijo que el folclore nunca fue una moda

Rodolfo Montes / La Capital

A los 12 años salió por primera vez de su monte chaqueño natal, paraje Rancho El Ñato, en la provincia de Salta. Se fue impregnado de tierra y pueblo, su cultura. Y con la música y el canto, su mejor arte y oficio. Chaqueño Palavecino crió cabras en el monte, cavó pozos, juntó leña, fue lustrabotas y vendió estampitas, entre otros oficios de supervivencia. Después obtuvo un trabajo como colectivero de larga distancia y empezó a conocer el mapa del país. Ya con 25 años se hizo cantor. Fue hace algo más de dos décadas y no paró más.

   Cuando el Chaqueño pone en marcha su banda de diez integrantes impacta directo en el corazón de la gente. Con su voz elegida, su compromiso corporal y artístico, y una buena selección de canciones, se convirtió en la máxima estrella actual del folclore nativo. Convoca a multitudes.

   En septiembre editó su álbum Nº 13, “Chaco escondido, soy de allá”, “un disco folclórico y de amor”, dice un nuevo material basado en las letras que le proveyeron dos poetas amigos: Roberto Terán y Yuyo Montes. En una muy folclórica presentación para la prensa y amigos, generosamente servida con un rico asado y buen vino tinto, el Chaqueño habló con Escenario. “El folclore no es moda, la moda somos nosotros, los cantores. Nosotros un día pasamos, pero la música va estar siempre porque la música es la tierra y es la gente”, advirtió.

   “Hemos dormido en el piso”, recuerda. “Aunque ahora me toque dormir en los mejores hoteles no me cambió nada”, añadió. Y después definió: “Me siento una pequeña parte en la continuidad de nuestra música”.

   —El folclore se había retirado de las primeras líneas de consumo cultural en las grandes ciudades, pero hace unos años está volviendo. Hoy usted es el gran convocante, ¿cómo lo vive?

   —Soy parte del regreso del folclore como música popular y prestigiosa de la Argentina. Y trato de aportar lo mío.

   —¿Por qué el folclore había perdido su lugar?

   —La música que está desde siempre es muy importante, le tenemos gran respeto. Pero el agua fresca también es necesaria. Por lo demás, hemos juzgado a los grandes cantores y poetas por cuestiones políticas, otros se han ido; además dejamos ingresar a la música foránea y eso es responsabilidad de los medios de comunicación, las discográficas y nosotros también.

   —Otras músicas, como el tango, ganaron espacio en el plano nacional.

   —El tango, podemos decir que internacionalmente, es música argentina. Sin embargo, recorriendo el país, no siempre esa música tiene el reconocimiento que merece.

   —Como fuera, el folclore siempre está.

   —El folclore no es moda, está ahí, está siempre, porque está la gente, la cultura. En todo caso la moda somos nosotros, los cantores. Nosotros un día nos vamos a ir, pero la música quedará para siempre.

   —Sus recitales son intensos y extendidos, ¿cómo los vive?

   —Quedo de cama. Después de un recital necesito un par de horas para recuperarme, porque sobre el escenario entrego toda mi energía.

   —¿Cómo define a su banda de músicos?

   —Son buenos músicos, pero lo más importante es que son hijos de esta tierra y conocen perfectamente el paisaje. Eso es importante para tocar nuestra música.

   —Tiene una carrera como intérprete, ¿pensó en componer?

   —Interpretar es para mí una tarea maravillosa, y para escribir canciones todavía no me siento tan preparado.

El músico salteño aseguró que la música folclórica no siempre tiene el reconocimiento merecido.