Marruecos retira a su embajador en España

Rabat/Madrid. — Marruecos llamó a su embajador en España por tiempo indeterminado, en reacción a la anunciada visita de los reyes españoles a los enclaves de Ceuta y Melilla, que el país africano considera “ciudades ocupadas”.

El embajador Omar Azziman abandonará en las próximas horas Madrid en respuesta a la “lamentable visita de su majestad el rey Juan Carlos I, los 5 y 6 de noviembre, a las dos ciudades ocupadas de Ceuta y Melilla”, afirmó la cancillería marroquí en un comunicado oficial.

En la nota oficial se recuerda que “el gobierno había expresado el jueves su lamentación y rechazo de esta iniciativa reprochable (por la visita real), cuales quieran que sean los motivos y objetivos”. Rabat subrayó que la medida proviene del rey mismo, Mohamed VI. Ahora, dijo un vocero marroquí, “la pelota está en el campo de España y esperamos que este país tenga en consideración los sentimientos del pueblo marroquí y el interés de las relaciones bilaterales”.

El ministerio español de Asuntos Exteriores, sin embargo, declinó responder a la medida de Marruecosy descartó tomar una medida similar.

La visita de los reyes de España a Ceuta y Melilla, enclaves españoles en su antigua colonia norafricana, la semana próxima, será la primera oficial de los monarcas a las ciudades autónomas, motivo de fricción con Marruecos, que las reclama como parte de su territorio. La última vez que un rey español visitó los enclaves fue en el lejano 1927, cuando Alfonso XIII, abuelo de Juan Carlos I, pisó la por entonces colonia española.

A pesar de la dura reacción de Marruecos, la estrategia española es la de minimizar el conflicto y confirmar la visita real. Fuentes del Ministerio de Asuntos Exteriores español insistieron en las “magníficas y fluidas” relaciones entre España y Marruecos.

¿Todo normal? En la misma línea se pronunció la vicepresidenta primera del gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, quien aseguró que el viaje de los reyes se enmarca en la “normalidad institucional” y en las relaciones “extraordinarias” existente entre España y Marruecos.

Pese a estas palabras de Madrid, que parecen desconocer ex profeso la gravedad del gesto de Marruecos de convocar a su embajador, el gobierno español deberá enfrentar en algún momento el enojo de su vecino africano.

El portavoz oficial marroquí, Jalid Naciri, afirmó en este sentido que existen “líneas rojas relativas a la integridad territorial de Marruecos que no deben ser traspasadas y nuestros amigos españoles deben comprenderlo”.