España busca diez mil inmigrantes con formación técnica

La península enfrenta un reto por la escasez de personal calificado para la industria

España busca fuera de sus fronteras a 10 mil ingenieros o licenciados en carreras técnicas como matemática o física que tengan experiencia para poder hacer frente a su expansión fabril y tecnológica.

La cuestión tiene más relevancia para la Argentina si se tiene en cuenta que las preferencias están dirigidas a los profesionales altamente calificados que residan en América latina, tanto por formación como por la ventaja de quedar allanada la barrera del idioma.

Las empresas de tecnología de la información (TIC) están al límite y la falta de mano de obra les impide crecer y afrontar nuevos proyectos. Se “roban” los profesionales a tal punto que el nivel de rotación (cambio de empleo de cada trabajador) del sector es de un 30 por ciento, según la Asociación de Empresas de Electrónica, Tecnologías de la Información y Telecomunicaciones de España (Aetic), que agrupa a 300 empresas de forma directa y a otras mil indirectamente.

Jesús Banegas, presidente de la Aetic, considera que es una buena idea que la Comisión Europea quiera poner en marcha la llamada tarjeta azul para facilitar la entrada de inmigrantes calificados.

El sector de la informática crece el triple que la economía española, según el organismo, que cree que no queda tiempo para evitar un “estrangulamiento” económico.

“La iniciativa nos da la razón. Las propuestas europeas se aceptan en España con mayor naturalidad”, aseguró Banegas, que lleva tiempo peleando en los ministerios una excepción a la política de inmigración que permita el desarrollo del sector.

El perfil del profesional deseado es un ingeniero o licenciado en carreras técnicas con eje en la física o la matemática, y que tenga unos 10 años de experiencia. El gobierno español, en principio favorable a la carta azul, debe estudiar el texto de la directiva europea antes de tomar una decisión, según la directora de Inmigración, Marta Rodríguez-Tarduchy, tal como precisó el diario madrileño El País.

Oferta. José Manuel de Riva, presidente del grupo Gesfor, en proceso de fusión con IT Deusto, asegura que en América latina hay una oferta muy amplia de esos profesionales, con la ventaja de que no existe la barrera del idioma. Aunque la prioridad sea esta área, De Riva señala que no se puede renunciar a los profesionales de la India o a los de la Europa del Este.

Las empresas de informática ibéricas emplean de forma directa en España a 150 mil personas y las perspectivas a mediano plazo son oscuras. Banegas asegura que las escuelas y universidades cuentan cada vez con menos alumnos en carreras técnicas y que es imprescindible un cambio de mentalidad sobre la cuestión.

“España fue el primer país en conectar en una red pública todas las terminales bancarias y es líder mundial en cajeros automáticos”, recordó Banegas para recalcar que la actual situación está congelando el desarrollo futuro.

“Nuestra petición va en la dirección en la que marcha la economía española. Se está cerrando el ciclo de la construcción y nuestro sector la puede reemplazar en la generación de empleo”, dijo Banegas.

“No se pueden poner barreras. En Gesfor, cerca de 20 personas se han ido a trabajar a EE UU. Me parece bien, pero hay que tener reciprocidad”, explicó por su parte De Riva.

“Hay que competir directamente con la green card norteamericana. El desarrollo de una multinacional no puede esperar un año”, sostiene Banegas, quien defiende que la apuesta de la administración del presidente estadounidense George Bush por atraer cerebros ha impactado directamente en el crecimiento.

Abriendo el paraguas. Un reciente estudio del Ministerio de Industria y el Colegio de Ingenieros de Telecomunicaciones español muestra que cada puesto senior requiere equipos de entre cinco y diez junior.

El autor de la propuesta europea, el vicepresidente de la Comisión, Franco Frattini, ha recordado que en 2050 un tercio de los europeos tendrá más de 65 años. En EE UU, el 3,2% de los trabajadores son inmigrantes altamente cualificados y en Australia, el 9,9%. En la Unión Europea, apenas representan el 1,72% de la fuerza laboral.

En España las cosas son especialmente complejas. Francisco Marín, presidente de Eliop, asegura que para poder traer a tres ingenieros peruanos que necesitaba urgentemente tuvo que recurrir al embajador porque la burocracia lo hacía imposible. Las empresas más avezadas buscan fórmulas tramposas. Algunas han ido a países de la UE, como Alemania, donde el trámite para captar personal cualificado es más ágil.

Hasta ahora, la única respuesta ha sido una norma del pasado marzo que autoriza la entrada, residencia y trabajo en España de extranjeros en cuya actividad profesional concurran razones de interés económico, social o laboral.

Los empresarios lo consideran insuficiente porque limita a mil las entradas de trabajadores a las empresas, que tienen una inversión anual en España de 200 millones de euros. El tejido de tecnologías de la información cuenta con grandes firmas y pymes.

La directora de Inmigración Marta Rodríguez-Tarduchy dice que se debe buscar otro mecanismo, pero destaca que el proceso de entrada de un inmigrante que reúna las condiciones de este decreto se puede realizar ahora en 20 días.

La industria electrónica ibérica va a tener una demanda sostenida de personal.