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 sábado, 03 de noviembre de 2007  
“Cromañón fue también responsabilidad del público”
Callejeros, que toca hoy y mañana en el Anfiteatro, no siente culpas por la tragedia

Pedro Squillaci / Escenario

El tiempo y los hechos transforman las cosas hasta dejar huellas irreversibles. Callejeros es una banda que surgió para que cada show fuera una celebración pagana de vibraciones rockeras, pero desde hace casi tres años está emparentado con 194 muertes, con la mayor tragedia de la sociedad contemporánea argentina, una causa judicial cada vez más compleja y un dolor que no cesa. El grupo bonaerense tocará hoy y mañana a las 19 en el Anfiteatro Municipal Humberto de Nito, en la primera vez que se presenta en Rosario. “El público también tuvo responsabilidad en el desastre que ocurrió en Cromañón, tenía que ver el show sin hacer desmanes”, destacó a Escenario Juancho Carbone, el saxofonista y vocero de la banda.

   El músico y uno de los compositores del grupo surgido de Villa Celina asumió la responsabilidad de ser la cara visible de Callejeros. “Queremos preservarlo un poco al Pato (Fontanet), él salió todos los días en los medios durante más de un año y eso es difícil de sobrellevar”, explicó Carbone y añadió: “Hay cosas que la seguís pensando, palabras que te giran en la cabeza, todo es muy difícil”.

   —¿En qué momento artístico está Callejeros en este escenario tan complejo?

   —Y... me parece que todos los discos de la banda son como una foto de cada uno a medida que vas creciendo. El primer disco es un poco más crudo, en el segundo se nota una pequeña evolución, el tercero lo mismo y en el último, “Señales”, hay una mayor interpretación, marcada por la tragedia. Pero se siente una impronta distinta y un crecimiento también en el sonido de la banda. El disco lo sufrí mucho, pero a la vez me gustó.

   —¿A quiénes necesitaban cantarles tras la tragedia?

   —El tema “Señales”, que le da nombre al disco, lo escribí yo. Y en una nota que hicimos con un diario porteño, el periodista me dijo que tenía una filosa ironía por cómo le contestaba a la Justicia. Y yo quise expresar que ni la ironía ni lo falso explican todo lo que había que explicar de lo que pasó. Es un palo un poco a la prensa, a la Justicia, y a ciertos personajes que hablan, sin saber nada, sólo porque tienen un espacio en un micrófono.

   —¿A qué caso puntual te referís?

   —Muchos se hicieron los boludos diciendo que formaban parte de la cultura rock y aceptaron que el público vaya en masa a los shows con banderas, con pirotecnia, con todo el folclore. Nadie tuvo una opinión formada sobre eso, todos lo dejaban pasar hasta que nos pasó la tragedia y salieron todos a hablar haciéndose los giles. Entonces ¿cómo es? Excepto el Indio Solari y León Gieco, que son número uno en lo que hacen, y te dicen cómo es la cosa.

   —¿Tuvieron la intención de decir “hagamos borrón y cuenta nueva” para seguir tocando de la manera más íntegra posible?

   —No, es imposible hacer borrón y cuenta nueva con esto. Lo que sí podés tratar de hacer es intentar comprender de que acá hubo un error total de todos. Uno confió en que las cosas estaban realmente bien y no era así. Fijate, los planos del lugar están fraguados, la habilitación del lugar está fraguada, el dueño un poco más es mexicano, no se sabe donde está, es un jubilado, todo trucho, qué se yo. Estamos hablando de un lugar ubicado en pleno centro de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y todo es un desastre. (Cromañón) figuraba en la comisaría como un microestadio para cinco mil personas, publicaba todos los fines de semana que había eventos y ahora te dicen que era para 1031 personas.

   —¿Se sienten cien por ciento inocentes o asumen un grado de responsabilidad en la tragedia?

   —El tema es que responsabilidad significa habilidad para responder. Pero si vos te presentás como músico, tu responsabilidad es tocar, vos tenés que responder tocando. Ahora, si un tipo se presenta como inspector, su responsabilidad es inspeccionar como corresponde y tiene que habilitar o clausurar. Yo cumplí mi responsabilidad, subí y toqué. El público también tuvo su responsabilidad en esta tragedia, la gente paga una entrada y tiene que ver el show sin hacer desmanes. La policía tiene que controlar que no haya contravenciones, hacer multas o censurar la actitud de prender bengalas. Todos esos mecanismos fueron fallando y cuando pasa una tragedia, te dicen: “Vos lo tenías que hacer”. Y no, yo cumplí mi responsabilidad que fue tocar. Ahora, ¿el policía qué hizo, el inspector qué hizo, el juez contravencional qué hizo, el dueño del lugar qué hizo, el público mismo qué hizo? Cada uno se tendría que hacer cargo de lo que le corresponde. Obvio que me siento para el orto, que me quiero matar por lo que pasó y tengo un duelo impresionante, pero encima me culpan de algo que no hice ni intenté cometer. Yo fui a soplar y mover los dedos, el estrago se hace en otro lugar y no en el escenario.

   —En un momento se dijo que la pirotecnia la suministraron los músicos a su público.

   —Ah, si la pirotecnia hubiese salido del escenario yo te diría: “Mirá, la verdad es que soy un tarado, puse un par de petardos ahí, voló todo y soy un mogólico”. Pero no fue así, subí a tocar con un saxofón y con un micrófono, y no es nada peligroso. Jamás cometí un estrago y por más que me lo digan no me van a convencer de eso porque no lo hice. ¿Entendés?
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El grupo bonaerense tocará hoy y mañana a las 19 en el Anfiteatro Municipal Humberto de Nito.

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