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sábado,
03 de
noviembre de
2007 |
Los trabajadores del Indec se movilizaron contra las cesantías
Trabajadores del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec) cortaron ayer la intersección de Perú y Julio A.Roca, en el microcentro porteño, en reclamo por la reincorporación de cuatro empleados de ese organismo que fueron despedidos en medio de la polémica por el índice de precios.
La protesta se realizó frente al edificio del Indec, donde pasadas las 13.30 comenzó una asamblea de trabajadores para definir medidas gremiales a tomar en repudio a los despidos. En medio de insultos hacia el secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, los empleados volvieron a denunciar “manipulación” en los análisis que hacen los técnicos del Indec.
Con bombos y banderas, los trabajadores del organismo recordaron que ya suman 13 los cesanteados por las autoridades del Indec bajo la modalidad de no renovarles el contrato. La cifra podría extenderse a 15, según denuncio el delegado de ATE, Daniel Fazzio.
Los relevos de personal no afectarían la difusión del índice de aumento de precios de octubre pasado, que debería producirse el próximo martes.
“Acaban de citar a seis compañeros de la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) y ya le rescindieron el contrato a cuatro, una de ellas es una encuestadora que trabaja en el organismo desde 1986 y otro es un integrante de la junta gremial interna anterior”, expresó el sindicalista.
El delegado sostuvo que “los están citando en forma personal y les comunican que se les ha rescindido el contrato, sin motivo, y por orden de la Dirección” del organismo.
Nuevo índice. En este contexto, el gobierno avanzó ayer en su intención de elaborar un nuevo índice de inflación que deje afuera de las mediciones algunos consumos de la clase media. Cinthia Pok, la ex funcionaria que tuvo a cargo la elaboración del Indice de Precios al Consumidor (IPC), insistió en advertir que el gobierno pretende dejar afuera de la medición los consumos de clase media.
Pok señaló que las prepagas, los colegios privados, los restaurantes y el turismo no entrarían. Según dijo, la explicación oficial es que “la mayoría de la población no tiene prepaga, no manda a sus chicos a colegios privados y si va de turismo utiliza la hotelería de la obra social”.
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