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sábado,
03 de
noviembre de
2007 |
Los colores intensos son el ícono de la moda del verano
Si algo distingue las vidrieras de esta temporada es la intensidad del color: del verde “benetton” al azul francia y del fucsia al amarillo, combinados con los dos clásicos del verano, blanco y negro, tanto lisos como en estampados geométricos, abstractos y floreados. Las prendas femeninas confirman la cintura marcada, el talle alto (corte princesa o “bobo”), las mangas abullonadas o “farol” y las remeras largas con leggings o “chupines”. La onda fuerte sigue siendo “vintage”, con aires retro o de época, desde los 50 hasta los primeros 90.
En todos los locales consultados ayer por La Capital admiten que por estos días “se está vendiendo bien”, lo que significa que se animó el recambio para la nueva temporada.
Los precios, dicen en general las vendedoras, subieron un 15 por ciento respecto del año pasado. “Pero nada que ver con la verdulería”, advierten. Y es cierto: según las marcas y el tipo de prendas, se puede arrancar con remeras desde poco más de 15 pesos. Pero hay de todo, también las que llegan a las nubes.
En su recorrida por los locales céntricos, este diario registró total acuerdo entre las vendedoras: que “el color intenso es el ícono de la temporada”, como afirmaron en Sol Mujer.
Eso significa que mandan el fucsia, el azul francia, el verde y el azul “eléctricos” (también conocidos, respectivamente, como “benetton” y “francia), el turquesa y el amarillo, aunque este último encabezó el ranking con la llegada de la primavera y ahora empezó a decaer. Para las que se animan a completar la “gama cítrica”, también el naranja.
Y como todos los veranos, el blanco y el negro vuelven a ser hits, a los que se suma desde hace unos meses el gris claro. Eso se nota incluso en los estampados, que combinan valores y colores. ¿Los motivos? Abstractos, geométricos, floreados, algo de cuadros, todo con reminiscencias vintage de los 50 en adelante.
Los pantalones siguen liderados por los “chupines” o “pitillos”, con o sin cierres al tobillo, con chatitas o tacones altísimos.
En Kosiuko dicen que esa prenda, en blanco, viene pisando fuerte, así como los chalecos sin mangas.
También se reafirma la tendencia de pantalones con tiro más alto, un poco por debajo o directamente a la cintura. “Basta de que caigan a la cadera”, sostienen las vendedoras. Las babuchas son otra prenda que este verano hace su bis.
Las remeras largas o minivestidos (la mayoría en modal) continúan a la cabeza de las preferencias —afirman en Fiona—, superpuestas a calzas (ahora se llaman leggings) o pantalones ajustados.
Vestidos “bobos”. Para las más jóvenes, se imponen los shorts y polleras cortísimas, afirman en Alma.com. Pero en el largo hay de todo, así como en los tipos de falda: ceñidas, amplias, folk y hasta plisadas. Lo que se ve mucho es el corte princesa en los “vestidos bobos”. En mangas, lo nuevo (y a la vez retro) son los frunces en las tipo “farol”.
Este mes, dicen en Yhoko y en Umma, salen mucho los vestidos de fiesta. “Es la época fuerte de los eventos sociales y las graduaciones”. Sin dudar, allí destellarán los brillos.
Para las noches más frescas (o con aire acondicionado) las opciones son los tejidos de red en sacos largos (aunque siguen viéndose algunos boleros) y las chaquetas de spándex o gabardina. También en los accesorios prima el color, en cuentas grandes de plástico y cadenas.
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