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miércoles,
17 de
octubre de
2007 |
Matrimonio en
la vida real y
amantes por chat
Un matrimonio bosnio en crisis volvió a enamorarse cuando entabló una relación en la web. Todo terminó con el divorcio cuando vieron que los amantes virtuales eran ellos mismos
Un matrimonio bosnio vivió una insólita historia de amor que se nutrió de un cariño que en poco tiempo dio lugar al desamor, la inquina y el revanchismo, a tal punto que la convivencia se tornó insoportable. Hallaron en el chat una válvula de escape. Muy pronto, cada uno halló su alma gemela en la vida virtual. Pero, en realidad, eran ellos mismos.
La dependencia de esos contactos se volvió insustituible en la vida diaria. Se contaban con lujo de detalles cada uno de los problemas que los atormentaban, de los sueños que los desvelaban y de sus ansias frustradas. A los pocos meses sucumbieron a la primera cita. Quedaron en verse en un café, y grandísima fue su sorpresa al descubrir que la pareja idealizada en el chat eran ellos mismos. El paso próximo fue pedir el divorcio por infidelidad.
La historia, develada ayer por el semanario serbio Zabavnik, asegura que el matrimonio en crisis buscó pareja a través de internet; el problema fue que se encontraron uno al otro y se volvieron a enamorar.
Crearon una dependencia que se basaba en chatear los problemas de su matrimonio. El le contaba a su propia mujer lo que no le gustaba de su matrimonio, y ella también se desahogaba con su marido. Ninguno sospechaba que esa pareja cibernauta era la misma que en la vida real.
Internet logró el milagro de transformar los desaires que vivían en la vida real en las palabras cariñosas en el chat. El empezó a llamarla “Azúcar” y ella “Príncipe de la satisfacción” a su pareja virtual. Cuando la relación se volvió lo suficientemente seria, decidieron encontrarse, pero la reunión disipó la ilusión, ya que resultaron ser la mujer y el marido que a diario tenían graves disputas y en la práctica de ninguna manera se llamaban con nombres cariñosos. Inmediatamente decidieron divorciarse alegando el engaño matrimonial como motivo.
El semanario serbio asegura que se trata de una pareja de la ciudad central bosnia de Zenica. Queda para los psicólogos dilucidar por qué una pareja puede llevarse tan bien por internet y tan mal frente a la vida diaria.
Viva la diferencia. En el otro extremo, una pareja argentina de discapacitados se formó al conocerse en el chat, según publicó la revista El Periodista, de la ciudad bonaerense de Tres Arroyos.
Miguel se desplaza en silla de ruedas. Laura es enana. El es tresarroyense. Ella misionera. Estaban resignándose a la soledad cuando se encontraron chateando en la web. Y comprendieron que, con sus diferencias, estaban hechos el uno para el otro. De lo virtual pasaron a lo real. Ahora conviven en Misiones, donde planean un futuro en familia.
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