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domingo,
23 de
septiembre de
2007 |
Binner pretende que los docentes solamente se dediquen a enseñar
Javier Felcaro / La Capital
Anunciado como prioridad del futuro gobierno provincial de Hermes Binner, el sistema educativo que diseñan los equipos del Frente Progresista deja entrever un contundente giro en la relación entre el Estado, los docentes y la sociedad, recuperando como eje la formación de chicos y jóvenes.
Si bien la escuela consolidó en los últimos años su doble rol de epicentro de enseñanza y contención (por los comedores), uno de los objetivos es la separación paulatina de esos papeles. La clave, según pudo saber La Capital, radica en la instrumentación de un programa de atención de la emergencia social que gradualmente abra camino hacia esa meta.
A escasas horas del triunfo en las urnas, lo primero que hizo Binner fue ratificar su compromiso con uno de los temas de campaña: la infraestructura educativa. Su augurio de un inicio del ciclo lectivo 2008 con escuelas en mejores condiciones edilicias había madurado durante la etapa proselitista, cuando receptó diversos reclamos, en especial por aquellos establecimientos ubicados en los barrios más vulnerables de Rosario y la capital provincial.
Paso inicial. Por eso el próximo ministerio buscará dotar a las escuelas de elementos considerados “mínimos e indispensables” para un normal funcionamiento, como vidrios para las ventanas, ventiladores, gas, sistema de calefacción y mobiliario. Luego del tratamiento de la cuestión edilicia inmediata se evaluará el plan nacional que estipula la construcción de 700 escuelas, de las cuales 34 corresponden a Santa Fe.
Es que, para los asesores de Binner, la distribución no beneficia a la provincia, razón por la cual la futura administración quiere saber en qué estado se encuentra cada proyecto, los que deben pasar por el tamiz del Ministerio de Infraestructura de la Nación y del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
Además, se buscará organizar el sistema educativo en los niveles administrativo, presupuestario y pedagógico, procurando desburocratizar a través de una descentralización que, al mismo tiempo, no minimice la responsabilidad del Estado.
Frente a la desigualdad educativa, la cartera con titular aún por designar impulsará en el mediano plazo el cumplimiento de la obligatoriedad para los chicos en edad escolar, y en todos los niveles, y la universalización de la sala de 4 años en los jardines de infantes, principalmente en aquellos sectores —los más necesitados— donde todavía no está implementada.
Acerca del nivel primario, se promoverá la esctructura de siete años. Otra premisa es el cumplimiento de la educación secundaria obligatoria, instancia considerada “fundamental porque la franja de adolescentes y jóvenes agrupa a los grandes déficit y es donde hay que poner los mayores esfuerzos”, con una relación superior con el mundo del trabajo (escuelas técnicas). Todo enmarcado en una nueva currícula.
Los equipos frentistas, integrados también por organizaciones sociales y sindicales, trabajan en un único programa de alfabetización que incluya a los adultos y que llegue rápidamente a sus destinatarios, unas 80.000 personas en toda la provincia, según calcularon. En la actualidad existen cinco proyectos en ese sentido.
Considerando que Santa Fe es la provincia con mayor cantidad de escuelas rurales respecto de habitantes (unos 800 establecimientos), se redefinirán los objetivos, asignándoles un rol fundamental frente a las economías regionales y apuntando a consolidar una “verdadera educación ligada a su entorno”.
Pese a que la búsqueda del cambio en materia educativa ya comenzó, desde el entorno de Binner insistieron: “Ninguna política será aplicada si no hay un acuerdo previo entre el gobierno, los docentes y la sociedad”. l
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