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domingo,
16 de
septiembre de
2007 |
El viaje del lector
En busca de las raíces
A principios de julio cumplimos nuestro sueño, el de recorrer el norte argentino con nuestro Peugeot 206. Como en años anteriores visitamos las provincias del centro, Tucumán y Catamarca, organizamos con anticipación la hoja de ruta con hospedajes, contando con la ayuda invalorable de las páginas web de YPF y ruta 9.
Partimos de Rosario, tomamos la ruta 9 y luego la 60, al ingresar a la provincia de Catamarca, un sol radiante y el paisaje nos dan mil sensaciones. Llegamos después de doce horas de viaje a Tinogasta, nuestra primera parada. Nos ubicamos en el hotel y salimos a recorrer sus calles, la plaza, la iglesia, el museo, y cuando cenamos probamos el exquisito vino de la zona, Don Diego, y los postres regionales.
Dos días sintiendo cómo el cuerpo se inunda del cálido bienestar de las aguas termales de Fiambalá, un paraíso natural con doce piletas con temperaturas que van de los 30 a los 43 grados. Rodeados de vegetación y cerros, en una quebrada. Cascadas, aves, sol y silencio.
Continuamos viaje a Salta por la ruta 40. Vimos un cartel que anunciaba “ ruinas El Shincal” y decidimos desviarnos para visitarlas. Es un parque arqueológico construido por los incas entre 1470 y 1536, con ayuda de los diaguitas, respetando el trazado urbano del Cuzco. Un extraordinario paisaje lo enmarca. Nos sentimos invadidos por este tesoro invalorable que nos llega del pasado.
Tucumán y Salta
El viaje continúa. Pasamos por la provincia de Tucumán y llegamos a Salta. La magnifica Quebrada de las Conchas nos recibe con sus rojas montañas y formaciones caprichosas, fruto de la erosión eólica e hídrica. La cámara atesora tanta belleza para recordar y compartir con nuestros seres queridos.
Nos instalamos en el hotel y recorrimos el casco histórico: la plaza 9 de Julio, la catedral, el cabildo con su museo, que fue declarado Monumento Histórico Nacional en 1941, la iglesia San Francisco, el monumento al general Güemes, el mercado artesanal, y la feria artesanal de calle Balcarce, que merecen ser recomendados. Imperdible el paseo en teleférico, hasta la cumbre del cerro San Bernardo para apreciar una imponente vista panorámica de la cuidad, los valles Calchaquíes, sus caminos serpenteantes, la verde quebrada de Escoipe, la Cuesta del Obispo, el Valle Encantado (Parque Nacional los Cardones).
Hacia Jujuy
Seguimos viaje a Jujuy. Caminos sinuosos, vegetación exuberante, orquídeas y palmeras. Visitamos la quebrada de Humahuaca, Tilcara, con sus calles angostas, museo arqueológico, botánico y las ruinas de Pucará... Humahuaca, un lugar sin tiempo. Purmamarca con su espectacular cerro de siete colores...tanto para ver y conocer.
Ya es tiempo de regreso y lo hacemos hasta las termas de Río Hondo donde pasamos un día hermoso y disfrutamos de la piscina del hotel. Realmente fue una delicia ya que pudimos descansar del traqueteo de los días anteriores. Ya por la tardecita recorrimos los numerosos y pintorescos puestos de artesanos y como no podía ser de otra manera nos dedicamos a comprar los últimos recuerdos, antes de emprender el regreso a casa, con el sabor de los días disfrutados a pleno contacto con la naturaleza y nuestras raíces.
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