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domingo,
16 de
septiembre de
2007 |
Un Tigre desgarrado
Mariano Bereznicki / La Capital
Está condenado a seguir buceando en el mar de la esperanza mientras espera poder salir a flote alguna vez. Por lo pronto, naufraga en todos los frentes. Los resultados están cada vez más lejos de llegar a buen puerto. A José Fantaguzzi se le está tornando cada vez más complejo poder sacar a flote a un Tiro Federal que se está acostumbrando a perder seguido. Como ayer. Que lo hizo ante Defensa y Justicia y ante los ojos de su gente. Encima, quedó a un pasito de quedarse sin entrenador.
Un Tigre sin garra. Un halcón con la mira afilada. Un Tiro sin alma. Un Defensa y Justicia con limitaciones, pero siempre sobrevolando el área rival merced al coraje de sus hombres más adelantados. Por eso terminó ganando la visita 2 a 1. Porque supo desde un principio que enfrente había un equipo bisoño en medio de una competencia que, al menor descuido, te pasa la factura.
Parece ser que José Fantaguzzi se inspiró para esta ocasión en el escritor estadounidense Stephen King. Es que el tambaleante entrenador puso en escena una auténtica obra de terror en el corazón de Ludueña. A tal punto que los protagonistas, como también su director de orquesta, no dudaron en confesar que habían jugado un pésimo encuentro.
A lo largo de toda la tarde hubo escasez de recursos tácticos y estratégicos. Sobre todo por parte de los anfitriones. Se ve que la máquina de producción tirolense se descompuso antes de poner manos a la obra. Porque generó tres situaciones en todo el desarrollo.
En cambio, cuando Vega pisaba el acelerador marcaba la diferencia. Los de Florencio Varela jugaban regulando. Pero cuando el callejón defensivo estaba despejado, atacaban a fondo.
Cuando el cronómetro marcaba 22 minutos llegó la apertura. Fue en una jugada de Play Station. Sabadía incursionó por izquierda y le cedió la jugada a Vega. El enganche, con un movimiento rápido, habilitó a Romeo. El volante sacó un remate, pero en medio de la trayectoria apareció Zalazar para vulnerar a Cárdenas.
Pero la reacción tirolense llegó pasadita la media hora. Charles Pérez metió un cabezazo seco y goleador luego de un córner lanzado por Galván. Las acciones estaban niveladas, pero la visita era más.
En el complemento, el trámite
no varió. Y el Halcón aumentó rápido vía Zalazar. Se esperaba una respuesta local. Pero nunca llegó.
Hasta el final no quedó otra que ver a un Tiro Federal impotente y carente de ideas. Con un entrenador, José Fantaguzzi, que por estas delicadas horas está más afuera que adentro.
Mientras tanto, los Tigres siguen hundiéndose en las dos tablas. Aunque la que más preocupa y duele, es la del descenso. No hay caso, las fechas pasan velozmente y los de Ludueña siguen sin levantar cabeza. l
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