Viajeros del Tiempo - Rosario 1905/1910

Guillermo Zinni / La Capital

Larga lista de víctimas por comidas en mal estado. Los artículos alimenticios que se expenden en el Rosario escapan hoy a una rigurosa inspección. Pescados, aves, frutas y más recientemente las masitas, han hecho sus víctimas en proporciones serias porque el expendio de esos artículos se hace sin contralor alguno. Las reparticiones encargadas de velar por la salud pública, la Oficina Química, la Asistencia Pública y la Inspección Municipal, deben poner un mayor celo a sus funciones. El que obren aisladamente es hasta cierto punto ineficaz. Se impone entonces una acción conjunta revistando puestos y confiterías para asegurarse de las condiciones que reúnen los artículos de consumo que se ponen a la venta. Las fábricas de confites y otros dulces son las que reclaman una preferente inspección rigurosa, ya que consta que en esos establecimientos, para obtener mayores ganancias, se emplean sustancias nocivas para la salud. Se tiene ya una larga nómina de las víctimas producidas por confites y masitas a cuya elaboración no concurrió ni una pizca de higiene. No obstante, hasta ahora apenas si se ha dado una batida a los lecheros, que si es verdad que “bautizan” su producto, no son los únicos culpables del engaño y del peligro a que exponen al vecindario. Es necesario entonces que nuestras autoridades sanitarias reaccionen y abandonen su actitud pasiva, porque para esto paga la gente sus servicios profesionales. (1906)



Timbas. En la esquina de Viamonte y Mitre hay una casa de juego propiedad de un tal Marino (a) Pecho colorado, y en Libertad e Ituzaingo existe otra cuya dueña es una mujer llamada La gallega. En ambas casas se presentó el comisario de la sección 7a. pero no para clausurarlas y arrear a los jugadores, porque siguen funcionando y el juego va en auge. ¿Sabe algo de esto la jefatura política, o sigue ignorándolo todo? (1906)

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