Polémica porque un cardenal usó términos asociados al nazismo

Joachim Meisner, arzobispo de Colonia, calificó cierto tipo de arte moderno como “degenerado”

Colonia. — El arzobispo de la archidiócesis alemana de Colonia, el cardenal Joachim Meisner, desató ayer airadas críticas al advertir de la “degeneración de la cultura”, empleando términos propios del lenguaje de la era nazi. “Allí donde la cultura se separa del culto, de la adoración a Dios, el culto deviene en ritualismo y la cultura se degenera”, sostuvo el prelado al inaugurar el viernes el Museo Diocesano de la catedral de Colonia.



Controversia. El cardenal, que suele levantar polémicas con sus declaraciones, hizo uso del concepto de “degenerado”, con el cual los nazis tacharon las obras de arte moderno, que acabaron prohibiendo y muchas de las cuales ordenaron destruir. Muchos comentaristas acusaron ayer al arzobispo de Colonia de adoptar una postura cristiana fundamentalista al afirmar que el arte se degenera si no hace referencia a Dios o carece de dimensión espiritual.

   El presidente del Partido Liberal de Alemania, Guido Westerwelle, calificó las declaraciones de Meisner de “intolerantes, ignorantes e indignas de un representante de la Iglesia de tanta relevancia”.

   A su vez, el viceministro de Cultura de Renania del Norte-Westfalia, el democristiano Hans-Heinrich Grosse-Brockhoff, protestó enérgicamente contra la clasificación de “degenerada” de la cultura que no sea religiosa. “El hecho de que el cardenal Meisner utilice esos términos despierta temor y muestra que no tiene relación alguna con el arte y la cultura”, dijo el funcionario, que habló no solo en calidad de viceministro sino de católico.

   “Hitler no nos puede prohibir el uso de todas las palabras. Pero usar el término «degeneración» en relación con el arte, como lo hizo el cardenal Meisner, es un desliz serio”, se quejó el artista plástico Gerhard Richter, autor del nuevo vitral en la catedral de Colonia.

   Recientemente, Meisner criticó el nuevo vitral abstracto de Richter, afirmando que le hubiese gustado ver una obra más figurativa en la catedral de Colonia. “¿Y qué de Picasso y Duchamps, de Proust y Beckett, de Brecht y Sartre, de Nono y Heze? ¿Todo arte es «degenerado» porque no está dirigido a venerar a Dios?”, se preguntó el diario de Colonia K’lner Stadt-Anzeiger.



Malestar. El Consejo Central de los Judíos de Alemania opinó que el prelado había franqueado la frontera de lo tolerable. “Meisner, quien llama la atención nuevamente con declaraciones de este tipo, es un incendiario intelectual que intenta no solamente llegar a los límites de lo permitido, sino que los supera de forma intencionada”, dijo el secretario general del organismo, Stephan Kramer. El propio Meisner calificó sus declaraciones de “afirmaciones sencillas”: “Solo quería decir de forma muy simple: Cuando se separa el arte de la cultura, ambos se perjudican”, argumentó.

   Los nacionalsocialistas confiscaron cerca de 16.000 obras de arte moderno durante la dictadura de Adolf Hitler. En Munich, el jefe de propaganda Joseph Goebbels organizó una exposición de “arte degenerado” con 650 obras incautadas de 32 museos alemanes.

El arzobispo Joachim Meisner suele generar controversia con sus comentarios.