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domingo,
16 de
septiembre de
2007 |
Técnicas de avanzada
Una sonrisa blanca y radiante
Poder reír nos da placer y bienestar e incluso está aconsejado por los médicos como terapia para mejorar la calidad de vida. Sin embargo este simple acto a menudo no resulta fácil para aquellas personas con ausencia de piezas dentarias. El progreso tecnológico en el mundo de la odontología permite que existan variadas técnicas para reparar daños dentales antes irreversibles, con sorprendentes resultados.
Perder una o más piezas dentales es un hecho que puede suceder en cualquier etapa de la vida. Las causas más comunes son traumatismos, caries sin tratamiento adecuado y problemas periodontales, entre otras. Distintas son las opciones para solucionar esta contingencia: la más rápida es confeccionar una prótesis removible de acrílico, cromo cobalto o nylon (flexibles, elegida generalmente como última posibilidad), ya que la mayoría no desea elementos móviles en la boca.
Otra técnica es tallar los dientes vecinos a la pieza faltante y realizar un puente dentario. Esto estéticamente y funcionalmente es bueno, lo negativo está en tener que desgastar dos o más dientes que en la mayoría de los casos están sanos.
La tercera posibilidad es utilizar implantes dentales oseointegrados (integrados al hueso). Al colocarlos se repone la raíz del futuro diente. Con este sistema no se desgastan los dientes vecinos por lo que resulta una solución definitiva y estética ya que no se encuentran diferencias con los dientes naturales. Estas son las razones por las que los implantes dentales se han convertido hoy en el tratamiento más requerido a la hora de solucionar la ausencia de piezas dentarias.
Firmeza y estética
Los implantes dentales han cambiado sustancialmente la forma de rehabilitar una boca, dado que permiten reponer un solo diente perdido sin tener que desgastar las piezas dentarias vecinas, como también rehabilitar bocas totalmente desdentadas con dientes de porcelana fijos. De allí que también se conoce a esta técnica como “tercera dentición”. Es por esto que el tratamiento se ha convertido en la estrella de los avances odontológicos en los últimos 20 años.
Entre algunas de las ventajas que tienen los implantes se encuentran las siguientes:
Se colocan con técnicas ambulatorias y no es necesario interrumpir las actividades diarias.
Permiten una mejoría sustancial al masticar ya que los dientes de porcelana quedan fijos.
Mejoran la vocalización.
Al ser colocados en forma inmediata a la extracción dentaria evitan la reabsorción del hueso maxilar.
Su colocación no requiere el desgaste de dientes vecinos.
Solucionan las agenesias (falta de formación de la pieza dentaria). Con una simple intervención se coloca un implante de titanio en el sitio del diente faltante, actuando como raíz artificial y transcurrido el período de oseointegración se instala una pieza de porcelana respetando la forma, el tamaño y el color de los dientes naturales.
Otro de los avances que revolucionaron el mundo odontológico es la posibilidad de mejorar el color de la dentadura. Con el paso de los años las piezas dentarias van perdiendo su tonalidad original y se vuelven más oscuras y amarillentas, desaparece el brillo y adquieren un aspecto envejecido.
Hoy uno de los métodos más difundidos para reparar este problema es el sistema Biosmile. En una sesión de tan sólo 1 hora el tratamiento utiliza un rayo de luz que activa un gel blanqueador, lo cual permite eliminar los pigmentos amarillos, marrones o grises, reduciendo hasta 9 tonos el color dentario, con el resultado de una sonrisa blanca y brillante. Existen también tratamientos específicos con geles blanqueadores para dientes oscurecidos como consecuencia de un tratamiento de conducto o traumatismo. Gracias a este avance la pieza puede llevarse nuevamente a su color real.
Instituto Jaef de Implantes Dentales
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