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 domingo, 16 de septiembre de 2007  
El hombre que volvió de la regla de las comparaciones
Una remake de la TV que permite observar los cambios de las conductas violentas

Pedro Squillaci / Escenario

¿Quién era “El hombre que volvió de la muerte” en 1969 y quién es ahora? El estreno de la remake del clásico de terror que consagró a Narciso Ibañez Menta abre el interrogante obligado.

Aún se guarda en la memoria el registro tenebroso de la voz de Ibañez Menta, la presentación con los tubitos de ensayo que chorreaban líquidos con humo, las ratitas que se escabullían en la pantalla y esa música que helaba la sangre.

Ese hombre que volvía de la muerte llegaba en medio de una televisión en la que convivían “Dígalo con mímica”, “Los Campanelli”, “Tiempo nuevo” y “Tropicana”, y lo único que abría cabezas era “Cosa juzgada”, “Jaujarana punch” y “Tato, siempre en domingo”.

El nicho que venía a cubrir este ciclo llegaba con un actor que sobresalió en “El muñeco maldito”, en la época en que la gente se juntaba a ver el programa en la casa donde había televisor. La máscara de carnaval veneciano que usaba el personaje de Elmer Van Hess era de cartón. Nadie se daba cuenta, la TV era en blanco y negro.

Onganía inspiraba miedo. No faltó quien asoció al hombre que volvió de la muerte con ese militar de bigotes que estaba en la presidencia, con cara ausente de gestos, como si tuviese una máscara. La misma que usaba Elmer, el de la tele. Aquel terror, el de la ficción, golpeaba en la misma inocencia del argentino medio.

La inocencia es la primera víctima de esta buena remake de “El hombre que volvió de la muerte”. La producción de Pol-ka tiene actores de trayectoria, un tratamiento casi cinematográfico de la imagen y una dirección que se basó más en el suspenso que en el terror. Logró su objetivo: ganar el rating.

La utilización de un registro que merodea entre la voz en off y la voz impostada que utiliza Diego Peretti es chocante y se corre peligrosamente hacia lo bizarro. La estética del otro país, del nuevo mundo.

El terror hoy cambió de morada. Este hombre que volvió de la muerte es mucho menos que el que asesinó al comerciante en Empalme Graneros o el que mató alumnos con una escopeta en Oregon, o los que usan Internet para abusar de menores. Y lo peor es que no usan máscaras de cartón.


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Nancy Duplaá y Diego Peretti, el nuevo Van Hess.


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