De carne somos. El actor revela el secreto del éxito de “Son de Fierro”

Osvaldo Laport: ”Transgredimos esa idea tan argentina de que si no sos infiel sos menos macho”

El protagonista de la novela dijo que ya pasó el tiempo del culebrón rosa

Pedro Squillaci / Escenario

Todo parece indicar que Osvaldo Laport vive codo a codo con el éxito. Y no es una frase hecha. Es difícil hacer un raconto y encontrar un fracaso en la carrera de este famoso actor uruguayo, a quien se le escapa un “tú” en la nota con Escenario, pero por momentos parece nacido en Caballito. El maduro galán, de 51 años, disfruta de este gran momento de “Son de Fierro”, sin dudas la telenovela del año, que en Rosario se emite por Canal 3, en un 2007 con pocas ficciones en la pantalla chica.

Laport habla pausado, analiza cada respuesta y enfatiza el rol transgresor que está desarrollando la tira de Pol-ka en el mar variopinto de telenovelas de la Argentina. Y pone a “Son de Fierro” en un podio no sólo de lo que ve en la TV de este año, sino que mira en perspectiva respecto a los culebrones que calentaron la pantalla a lo largo de mucho tiempo. Se identifica como un actor que le gusta romper esquemas y asegura que el tiempo de la novela rosa ya terminó. Para muchos, “Son de Fierro” es la novela que hizo un quiebre en ese estilo de ficción. Y Laport está aquí para contarlo.

—¿Pensaste que “Son de Fierro” se iba a coronar como la ficción del año?

—Sí, porque es una historia atípica para una sociedad machista en donde los infieles somos los hombres y si no sos infiel sos menos macho. Es la primera vez que se transgrede y se muestra otra faceta, que es la infidelidad del lado de la mujer y obviamente en la calle se manifiesta el público con muchas inquietudes. La gente se siente identificada, ya va más allá de quién es el infiel, porque suma el quiebre de una familia constituida, las miserias de cada uno. Comienzan a saltar todos los resortes de los personajes y mostramos una realidad que se encuentra a la vuelta de cualquier esquina.

—Hay una página web que lanza una encuesta preguntando si la gente quiere que se divorcien o se reconcilien Lucía y Fierro, y la mayoría quiere que se divorcien. ¿Esto demuestra que algo cambió en la mentalidad de la sociedad argentina?

—Está cambiando, porque aunque seguimos viviendo en una sociedad machista estamos rompiendo con un montón de estructuras que arrastramos desde mucho tiempo. En esta ficción estamos mostrando la posibilidad del diálogo, que realmente existe. Fijate que en mi vida privada yo también tuve una crisis matrimonial y a muchos les puede resultar curiosa esta coincidencia, pero siempre digo que todas las crisis que he tenido con mi mujer, ya que esta no es la primera aunque fue la más difundida, siempre apuntamos al diálogo para reformular la situación.

—¿La novela plantea entonces que realmente existen diferencias entre una pareja distanciada y una pareja separada definitivamente?

—Es que el hombre argentino o latinoamericano está acostumbrado a que las parejas se pelean para separarse. Es como que no existe la posibilidad de reencuentro para dialogar o intentar seguir juntos, eso no lo hace mucha gente. Pero acá intentamos mostrar que una pareja que se separa puede tener la posibilidad de volver. Si uno comprende que cada uno tiene su cuota de culpable de ese traspié siempre se tiene la oportunidad de estar juntos nuevamente.

—¿En este contexto, las novelas rosas ya son parte del pasado?

—Es que el género creció y ya dejó hace mucho tiempo las novelas rosas. Yo creo que, como herramienta de este género, y con total humildad lo digo, soy uno de los actores que siempre intentó romper estructuras y ofrecer personajes muy terrenales. Ya sea desde su condición social o económica, siempre quise componer hombres con los que cualquiera se pueda identificar. Y creo que lo fui logrando poco a poco.

—¿Qué te sienta más cómodo, la comedia o el drama?

—En mis actuaciones intento siempre poner condimentos humorísticos, no de comedia, sino que tienen que ver con la vida cotidiana. Uno con sus hijos, con su mujer, teniendo sexo o en el momento más dramático, siempre sale con una humorada. Decime, ¿quién no hizo un chiste en un velorio? En “Amor en custodia” cuando estábamos velando al personaje que hacía de mi mujer, estaba escrita una escena en la que yo estaba con mi hija y era muy melodramática. Entonces sorprendí a la actriz contándole un chiste, que es algo que hago constantemente para romper esquemas y salir de repetir la letra. La gente necesita identificación y en “Son de Fierro” abordamos un tema tabú, con muchos prejuicios, como es la infidelidad femenina.

—¿Es cierto que ahora también te largás como cantante?

—Teóricamente el disco saldría a mediados de septiembre y a fines de octubre comenzaríamos con los shows. Este es el primer disco, nunca había sacado un disco antes, como se dijo por ahí, y será dentro del género romántico.

—¿Qué te motivó a hacer esta nueva experiencia?

—Hace tiempo que estoy con esta inquietud y creí que era el momento de concretarla. Me asocié con un amigo de años, que es Yair Dori (fundador de la productora Dori Media Group), todo un apasionado de la ficción argentina, que nos está haciendo conocer en el planeta. El es el padrino de esta aventura.

—¿Componés o interpretás temas de otros autores?

—Las dos cosas, el disco tendrá temas de Jorge Rojas, de Paz Martínez, y temas propios y de autores desconocidos. La intención es hacer una gira nacional y te tiro una noticia: queremos arrancar en Rosario.

Osvaldo Laport junto al elenco de "Son de Fierro". Un galán que se animará a cantar.