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domingo,
09 de
septiembre de
2007 |
Rosario muestra lo último en tatuajes
Si usted cree que vio todo en materia de tatuajes y piercing, anímese a visitar la segunda edición del festival internacional Tatoo Rosario, en el Patio de la Madera (Cafferata y Santa Fe). Allí, in situ, jóvenes desde los 21 años a los 70 y pico se estampan y aplican de todo, hasta en los más recónditos lugares del cuerpo. Hoy es el último día para pasar por allí: desde las 10 a las 22. ¿Un consejo? Si va todo vestido de negro, mejor: las ondas que predominan son dark, gótica y motoquera.
El festival que comenzó anteayer no cerrará sin antes elegir a la reina: “Miss Tatoo 2007; la chica más linda y en lo posible con el mejor tatuaje”, aclaró Conan, uno de los organizadores y el dinosaurio en la materia, en la ciudad.
En los 74 stands de la feria se puede ver y adquirir la más amplia oferta en tatuajes (desde los 25 pesos hasta más de mil con varias horas de trabajo incluidas). Son obras de 120 artistas del país, Brasil, Uruguay y Europa. Los motivos van desde los más naif (delfines, iguanas, soles, lunas, frases orientales) a verdaderos relatos tribales que ocupan toda la espalda. Tal es el caso de Astrid, de 29 años, que ayer se estampó una imagen a todo color, “onda aborigen”, según dijo, por 500 pesos.
Extremos. Hay también piercing (a partir de los 30 pesos, la colocación va aparte) de toda forma, material (en general de acero quirúrgico y titanio) y color. Además de los ya comunes aritos para la nariz, cejas, ombligo y lengua están algunos más jugados que se colocan hasta en los genitales. Además hay expansores (aros que agrandan los orificios del lóbulo de la oreja) y surfaces (trabas con dos bolitas en cada extremo que generalmente se colocan en la nuca, en el entrepecho femenino y en la muñeca). Y los piercing extremos: escarificaciones (dibujos a partir de tajos escamados en el cuerpo) o implantes (de silicona con formas diversas bajo la piel). Trabajos de 800 pesos, verdaderas cirugías que según dijo Matías “son prácticas ancestrales”, poco vistas en la ciudad.
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