Un diario francés visitó Rosario y se sorprendió con su alta calidad

¿Cómo ven los extranjeros a esta ciudad? Una muestra de la mirada foránea es el artículo “Les miracles de Rosario” (Los milagros de Rosario) que el parisino diario Le Monde publicó en su edición del 30 de agosto para dar cuenta de la visita que la enviada especial Christine Legrand realizó al sitio natal del Che. El nombre del guerrillero hace punta en la nota porque la periodista no encontró demasiadas pistas sobre una plaza a su memoria que muchos no supieron señalarle.

   El escrito es extenso y está acompañado por una fotografía donde el puerto rosarino luce imponente. A través de una crónica en la que dio cuenta de su recorrido, Legrand pasó revista a la administración de la ciudad, a sus costados urbanos y a la actividad cultural. Entre los atractivos turísticos que destacó está el Monumento a la Bandera al que caracterizó como de estilo “mussoliniano”. El río Paraná también llamó la atención de la cronista que lo comparó con el curso del estadounidense Mississipi.

   Tampoco faltan en la nota del matutino europeo las referencias a la gestión socialista de la ciudad y al “jovial intendente Miguel Lifschitz”. La mirada francesa registró además los centros de distrito y, entre otras postales urbanas, mencionó los remozados silos del Museo de Arte Contemporáneo de Rosario (Macro) y La Ciudad de los Niños, aparte de las actividades económicas que sostienen la estructura de Rosario, que en el artículo aparece como la “tercera de la Argentina”.

   Esta mirada internacional tiene su espejo a nivel local. Una organización pretende mostrar a Rosario en el exterior. Seis años atrás, cuando no todo eran rosas en el devenir del país y de la ciudad, un grupo de empresas de servicios, entre ellas varios hoteles y la Bolsa de Comercio, decidieron unirse y barajar de nuevo. Así surgió el Rosario Convention & Visitors Bureau que según una de sus primeras integrantes, Graciana Chiesa, no nació como una utopía salvadora sino con el sólido marco de la realidad: una ciudad ribereña, con cuño cultural y en una geografía de privilegio. Sobre este plus pusieron proa al mundo para mostrar y vender el lugar como centro de congresos y eventos. El esfuerzo dio sus frutos, hoy el ingreso per cápita que dejan estas convenciones ronda los 600 dólares.

   “El objetivo fue difundir a Rosario a nivel internacional”, afirmó Chiesa y recordó que en aquel momento, cuando el Buró comenzó a gestarse, el movimiento de huéspedes y viajeros era más que magro. Hoy, los principales hoteles de la ciudad integran el Buró. Juntos, llegaron a posicionar a Rosario como segunda del país como sede de congresos nacionales.