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sábado,
01 de
septiembre de
2007 |
Vacío de contenido
Central sólo empató con Olimpo y no logra salir del fondo
Aníbal Fucaraccio / Ovación
El empate ante Olimpo no conformó a nadie. Fue un punto vacío para Central. Lo producido no esbozó signos considerables de avance en el juego y tampoco sirvió como plataforma de despegue del fondo de la tabla de posiciones. Fue otro paso en falso. Otra muestra palpable de endeblez e insuficiencia. El equipo de Carlos Ischia se topó de narices nuevamente contra el muro de sus limitaciones, no supo manejar la ventaja que consiguió en la primera etapa y el 1 a 1 castigó sus precarias ansias de resurrección.
Lo de Central, más allá de algunos guiños esperanzadores, sigue siendo preocupante. Cosechó 3 puntos de 18 y su promedio continúa desinflándose junto a sus ambiciones. Aún no levantó victorias en el terreno del Apertura y mantiene las deudas con sus aspiraciones históricas. Ya ni siquiera gana de guapo en el Gigante ante rivales que provienen del ascenso. Así, la señal de alarma no desaparece y la niebla sigue cubriendo el horizonte.
En los primeros minutos, Central le aplicó obediencia debida a sus necesidades. Con sus debilidades a cuestas, puso la mira en el arco rival y trató de sacar provecho de la insoportable levedad de Olimpo. Es verdad que no reparó demasiado en los métodos. Por eso planteó un esquema utilitario que trató de sacar ventajas con la astucia de sus delanteros. Esa era la única vía de llegada, porque la usina de generación que debía liderar el Kitu Díaz rendía con sensibles falencias.
El local trató de marcar diferencias de arranque. A los 9’, Díaz metió un cabezazo entrando a la carrera pero salvó Navarro Montoya. Fue el aviso. A los 12’, Vizcarra desbordó por derecha tras una contra de Raldes y le sirvió el gol a Arzuaga, quien sólo tuvo que empujarla a la red. Era el delirio.
Pero de a poco las luces canallas perdieron intensidad. Desde los 25 minutos, la presión no fue la misma y le cedió innecesariamente la pelota a su adversario. En el complemento se percibió lo que todos temían, el bajón pronunciado en el cierre de la etapa anterior se acentuó en el peor momento. Así, Olimpo sacó fuerzas de sus flaquezas, leyó oportunamente el panel de ofertas que emanaba de la producción auriazul y construyó varias acciones de riesgo ante la resignación centralista.
Por eso no extrañó que a los 18’ la visita se instale en el área de Central y, luego de tres posibilidades seguidas, arribe al empate. Un centro desde la izquierda de Morales fue capitalizado con oficio por Lujambio, que decretó la igualdad de cabeza. Fue un mazazo para las ilusiones de los canallas, que no sólo no supieron mantener la diferencia inicial, sino que tampoco reaccionaron con consistencia.
A los 23’, Navarro Montoya le ahogó el gritó a Arzuaga. A los 28’, un cabezazo de Vizcarra pasó a milímetros del caño izquierdo. Y a los 30’ Díaz desvió una volea en el área. Todos fueron manotazos de ahogado. Central ya no tenía pimienta para lastimar y además sufría en cada contra.
El equipo de Ischia se fue del Gigante con una igualdad insípida que no le cambia nada a su convulsionado transitar. Ante la pobreza de Olimpo no consiguió lo que necesitaba y sigue último en el pelotón del Apertura. Las dudas mantienen su capital, el crédito se reduce y sus promesas de recuperación lanzaron ayer desesperados alaridos para que le estiren los plazos. El empate dejó sólo eso.
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Fotos
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José Vizcarra busca en lo alto ante la marca de Gustavo Pinto.
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