Negocio con la tierra y la pobreza

Los incendios que azotan Grecia han reflotado la cuestión de la especulación que existe desde hace décadas con el suelo en el país. El negocio se realiza cuando quien busca construir una casa se dirige a los especuladores, quienes a su vez contratan a las personas para provocar un incendio en medio de la noche en las afueras de una ciudad o un pueblo. Cuando se quema el bosque no urbanizable, queda terreno disponible.

   Meses después del fuego, los especuladores ponen los cimientos de las viviendas y poco después las casas crecen como hongos.



Una ayuda. Unos meses más tarde, los alcaldes legalizan las nuevas construcciones, ya que “se trata de personas pobres a las que hay que ayudar”.

   Como contrapartida se espera que los familiares de los beneficiados los voten en las elecciones locales. Mientras, las ganancias se las lleva el especulador.

   Muchas de las viviendas que se quemaron en estos últimos días eran viviendas edificadas de manera ilegal por un constructor especulador, que luego fueron legalizadas por autoridades de la región.