Un curioso acto de homenaje en el Club del Orden de Santa Fe

Santa Fe.— El Club del Orden de esta capital organizó un agasajo a Gustavo Víttori, director del diario El Litoral. Fue para reconocerle su “desinterés” en el traslado del nuevo puerto. Todo un símbolo.

   En esas mismas mesas funcionó un casino clandestino tal cual lo denunció La Capital hace un año. En la cena no se habló de las oscuras alternativas en el proceso portuario denunciadas por Diario UNO, que derivaron en pedidos de informes de todas las bancadas y la intervención del Poder Ejecutivo a través de un mensaje de expropiación de tierras.

   Autoridades del Club del Orden, junto a un pequeño grupo de asistentes, llevaron adelante en la noche del jueves una cena con el objetivo de expresar a Víttori, titular de Adepa, “afecto y solidaridad” y recordarle que “quienes estamos aquí no necesitamos que rindas cuenta de tus actos”.

   Se oyeron discursos que versaron sobre la personalidad del director del vespertino, a quien le destacaron “su defensa de la libertad, la protección de los más débiles y necesitados, la temperancia y búsqueda de la verdad, y la defensa de los principios que emanan de nuestra Constitución: el orden y el progreso”.

   Acto seguido, un emocionado Víttori rememoró un dato altamente significativo: “las primeras conversaciones relativas a un puerto para Santa Fe se tuvieron en el ámbito del Club del Orden”.

   De este modo, las historias de Víttori y el caracterizado club volvían a quedar entrelazadas, que no es un tema menor.

   Hace poco más de un año atrás, La Capital denunció que en esos salones funcionaba un casino ilegal y que lo hacía con notable éxito. Paradójicamente en un lugar muy cercano al que tomó Víttori durante la velada funcionaba una mesa de póquer y una ruleta electrónica de ocho comandos.

   Ante la contundencia de la información y tras constatar las aseveraciones, la Justicia actuó y el juez de Faltas Héctor Valli ordenó el cese de las apuestas y el retiro de máquinas. También dispuso la pena de 10 días de arresto condicional al concesionario de los implementos electrónicos que funcionaban a pleno en estos finos y cuidados ámbitos.