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domingo,
12 de
agosto de
2007 |
Primera B
Central Córdoba ganó sin sobresaltos en su visita a Flandria
Por Luis Castro / Ovación
Córdoba consiguió los primeros tres puntos del torneo. La tarea no le fue sencilla, pero no se desesperó y logró su cometido en la cancha de Flandria, al que superó por 2 a 0. El charrúa fue el que propuso el juego como si fuera anfitrión y construyó una victoria trabajosa pero justificada con su fútbol.
Su decisión por buscar adueñarse de los tres puntos quedó reflejada desde el inicio, porque cuando sólo habían pasado un puñado de segundos Montedoro se comió un gol increíble. Ese aviso fue todo un síntoma de la propuesta de Córdoba para olvidar aquella floja presentación ante Cambaceres.
Flandria peleaba con sus limitaciones y el charrúa controlaba el juego con Santilli como un mero espectador. Claro que el primer capítulo por momentos resultó soporífero. Porque la pelota era maltratada en el medio y el juego cortado. Cruz enganchó dentro del área, recibió un toquecito y se quedó pidiendo penal con la tierra en la boca. Y en el cierre, Pierani metió un cabezazo goleador que encontró las salvadoras manos de Ramírez.
La soleada tarde en el Carlos V invitaba a disfrutar, aunque los protagonistas no contagiaban a los hinchas canarios que fueron amos y señores ya que no tenían eco de la visita. Es que el color que generalmente brindan los hinchas (no barras) se perdió por esta medida de jugar sin miradas visitantes.
Todo cambió cuando a los 62? un mal rechazo de la defensa canaria fue tomado por Pierani y con un zapatazo bárbaro la colocó contra el palo izquierdo de Ramírez. El gol obligó al local a salir de la cueva y arriesgar un poco más. Con la tranquilidad que le daba la diferencia, Córdoba depositó la pelota en Bezombe, el encargado de pensar. Montedoro era una pesadilla para la defensa y el juvenil Cruz mostraba todo su atrevimiento por la derecha.
Con pocas ideas y con los insultos que bajaban de la popular el canario intentaba volar, pero sólo podía aletear. Con ese afán de buscar se desprotegió atrás y el charrúa encontró los espacios en el fondo. Pero un cabezazo de Pierani no quiso entrar y también se lo perdió Urquiza.
Estaba claro que era imposible que Flandria lograra cambiar el destino. No tenía elementos como para hacerlo y el charrúa se empecinaba en liquidarlo. Hasta que Montedoro metió una volea en el área que encontró la mano de Ercoli y el árbitro no dudó. Bezombe, con un toque sutil contra el poste derecho, convirtió el penal y cerró el partido a pesar de que aún quedaba un largo rato.
Córdoba llegó a Jáuregui con el afán de borrar la imagen del debut. Y si bien aún le falta para llegar al ideal, ayer sumó de a tres sin sufrir y mostrando solidez. Y eso fue lo importante.
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