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domingo,
12 de
agosto de
2007 |
La increíble historia canalla
En Central ocurrieron las cosas más atípicas del fútbol argentino: comportamientos poco éticos, odios, traiciones... Desde aquel agosto de 2003, cuando Pablo Scarabino asumió la presidencia hasta hoy, sus días pasaron más por Tribunales que por su despacho. Empezó con el fantasma del dinero faltante y con denuncias penales a los ex dirigentes y terminó con un gasto inútil en profesionales de ciencias económicas. Los denunciados están sobreseídos y ahora el denunciado es él por falsificación de balances, falsificación ideológica de instrumentos privados y retiro de valores en AFA, estando en uso de licencia.
Pero antes, cuando echó a Astrada dijo que había vendido el alma al diablo, refiriéndose a la llegada de inversores, que traían dinero fresco a la tesorería del club, provocando los mismos hechos que motivaron las denuncias a los dirigentes anteriores. Luego vendrían las licencias, el recurso de amparo, nuevas traiciones y las denuncias a los compañeros de comisión directiva y a los que ayudaron a su retorno.
El odio volvía a tener vigencia. Festejó como un triunfo la remoción de los más altos dirigentes. Central siguió jugando en Tribunales. La jueza, con el solo objetivo de ordenar la administración y evitar males mayores, lo confirmó provisionalmente con tanta mala fortuna que aparecerían los dos casos mas conflictivos de la convocatoria. El famoso pagaré por la venta de Villagra y Marco Ruben y la transferencia de Di María.
Los errores sacaron de quicio a la jueza, que ordenó oficios a la Fifa, a Grondona y a Benfica para que devuelva al jugador. Jamás se debe mandar el transfer antes de recibir el pago. Benfica se aseguró a Di María mandando los pagos a la AFA. ¿Por qué no mandaron, además, los 3 millones de euros por esta cuenta? Todo hace pensar que habría sido para evitar que AFA se cobre la deuda que provocó Scarabino y que ascendería a más de 17 millones. ¿Por qué viajaron tantos dirigentes y el abogado y por qué metieron en el paquete a Andrés Díaz si nadie lo pidió? ¿Por qué no se cumplió el mandato de la jueza? (primero la plata y después el jugador). Usted, señor lector, ¿vendería su casa y la escrituraría antes de recibir la plata? Ahora hay que esperar que Benfica se porte bien. Si quiere, no paga y no devuelve a Di María.
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