La Ciudad de los Niños ya cumplió diez años

Más de 600 chicos son parte del proyecto municipal inspirado en las ideas de Francesco Tonucci

“Durante todo este tiempo los chicos nos ayudaron a los adultos a pensar una ciudad más humana, abierta, accesible y tolerante para todos; nos invitaron a manejar con más cuidado, a respetar a los peatones y a los ciclistas, a volver a ocupar veredas y plazas, a no tenerle miedo a las diferencias”. La coordinadora del proyecto La Ciudad de los Niños, Leandra Bonofiglio, compiló así los objetivos que llevaron adelante los más de 600 chicos de toda la ciudad que hace ya diez años pasaron por los Consejos de Niños con nuevas ideas y propuestas para Rosario.

   Así, para la coordinadora del proyecto, “la importancia fundamental de estos diez años es que el programa se haya sostenido en el tiempo y entonces está mucho más instalado entre la gente, en las escuelas y en los espacios de la ciudad”.

   En ese sentido, destacó que una de las iniciativas de los chicos que más se pegó en la gente es el Día del Juego y la Convivencia, que ya lleva ocho años. “Es un festejo al que cada vez se suman más rosarinos y no se trata sólo de un acontecimiento, sino de un espacio de encuentro con los adultos que los mismos chicos estaban necesitando”, indicó la coordinadora.

   Del mismo modo, los chicos ya instalaron en la zona norte la propuesta: “Siéntase parte del juego”. En este caso, ante el problema de la inseguridad que no les permite jugar en las veredas y las plazas, los chicos plantearon como solución que haya gente en las calles. Entonces, propusieron la instalación de bancos en un radio de 20 cuadras, donde los vecinos se puedan sentar mientras ellos juegan y que, aunque no sean sus padres, ellos puedan recurrir en caso de necesitar ayuda.

   “Los chicos hacen propuestas simples, de sentido común. Y la idea es que así vayan generando cambios en la vida cotidiana de la ciudad”, señaló Bonofiglio.

   Actualmente, Rosario tiene seis Consejos de Niños que funcionan en cada uno de los distritos descentralizados. También llamados fábricas de ideas, estos espacios están formados por chicos de 10 a 14 años que se reúnen sistemáticamente los sábados por la mañana.

   Cada consejo está integrado por unos 30 niños que son elegidos en las diferentes escuelas del distrito, ya sean públicas, privadas, especiales, confesionales, o bien en instituciones no gubernamentales, como pueden ser clubes iglesias o bibliotecas populares.

   Inspirado en los trabajos del pedagogo italiano Francesco Tonucci, el proyecto se puso en marcha en 1997 y fue creciendo de la mano de los Consejos de Niños en cada uno de los distritos, donde participan pibes de entre 10 y 14 años.

   Desde ese momento, la propuesta tiene como sede de encuentros y deliberaciones, la antigua estación de ferrocarril Embarcaderos (Vélez Sarsfield 164), en el ex barrio Refinería.