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sábado,
04 de
agosto de
2007 |
Sarkozy afronta su primera crisis por venta de armas a Libia
París- El presidente francés, Nicolas Sarkozy, afronta su primera crisis de gobierno tras confirmar un importante contrato de armamento con Libia, una semana después de que Trípoli liberara a cinco enfermeras búlgaras y un médico palestino.
Mientras Sarkozy disfruta de sus primeras vacaciones familiares como presidente en New-Hampshire (Estados Unidos), el opositor Partido Socialista (PS) solicitó la creación de una comisión parlamentaria para investigar la situación y así “mantener la transparencia que caracteriza a Francia ”.
Sarkozy manifestó estar dispuesto a aceptar el pedido de la opocisión para investigar el asunto, por lo que de esta manera y a casi cuatro meses de asumir como presidente, debe afrontar su primera polémica en el poder.
El Eliseo afirma que “no hay contrapartida” con el régimen de Muamar Kadafi por la liberación de las enfermeras búlgaras y el médico palestino, detenidos en 1999 acusados de haber contagiado accidentalmente con el virus del sida a más 400 niños, y que por la presión internacional, especialmente francesa, fueron liberados el pasado 24 de julio.
Sin embargo, en una entrevista publicada el miércoles último por el diario Le Monde, Saif Al Islam Kadhafi, hijo del mandatario libanés, afirmó que Sarkozy se comprometió a destrabar las negociaciones.
El conflicto se inició hace 18 meses con la firma espacial y de armamento franco-alemana EADS y con MBDA, especialista en sistemas de comunicación y armas guiadas y cuyo capital esta integrado por EADS, la británica BAE Systems y la italiana Finmeccanica.
Las autoridades de EADS aseguraron ayer que, pese al acuerdo, el contrato por la compra de misiles Milan por 168 millones de euros “no fue firmado” con Libia y que “aún restan detalles” para la conclusión de un segundo contrato por el sistema Tetra de communication radio por 128 millones de euros.
En un comunicado el primer secretario del PS, Francois Hollande, dijo que la comisión parlamentaria deberá “aclarar una negociación con un país que ha retenido a personas durante ocho años y que ha tratado de jugar con ello en el terreno internacional”.
El hijo de Kadhafi agregó además que Inglaterra se comprometió a liberar al terrorista Al Megrahi, ex jefe de seguridad de Libian Arab Airlines, quien fuera condenado a prisión perpetua por la explosión de un Boeing de PanAm sobre la ciudad inglesa de Lockerbie en 1988 causando mas de 200 muertos.
No obstante, el gobierno británico desmintió la posible liberación de Al Megrahi.
En una entrevista radial en Europe 1, el director de marketing y de estrategia del grupo EADS, Marwan Lahoud, aseguró hoy que la venta de armas “no figuró en el orden del día en la reunión entre Sarkozy y Kadhafi, porque la liberación de las enfermeras búlgaras es mucho más importante por obtenerla a cambio de un contrato de armamento ”.
Por su parte, Claude Guéant, secretario general de la presidencia, afirmó hoy ante el influyente diario Le Figaro que el contrato fuese “una contrapartida” por la liberación, aunque reconoció que “una visita presidencial crea siempre un ambiente favorable a la conclusión de contratos ”.
Guéant expresó además que “Libia no está más bajo embargo de armamento desde el 2004 y por eso debemos integrarlo a la comunidad internacional”.
Este es el primer contrato de compra de armamento que obtiene Libia con un país europeo luego de que en el 2004 fuera levantado el embargo que pesaba sobre el gobierno de Trípoli, acusado de terrorismo.
Sarkozy visitó a Kadhafi el 25 de julio, dos días después de que su esposa Cecilia se entrevistara en Trípoli con el controvertido presidente de Libia, creando un fuerte malestar dentro de la diplomacia francesa.
Durante su visita a Libia, Sarkozy firmó un acuerdo de construcción de una central nuclear para facilitar la desalinización del agua marina y un acuerdo de cooperación militar, ambos puntos fueron criticados por especialistas en seguridad de Alemania, Inglaterra y Francia.
Otro punto de discordia en torno a la liberación de las enfermeras es los 400 millones de euros que recibiran las 400 familias cuyos hijos contrajeron el virus del sida.
Hasta el momento la Union Europea, Francia, Inglaterra y Alemania han negado rotudamente haber aportado el dinero, pero en los tres países reclaman precisiones a sus mandatarios. (Télam)
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