Casa en Baigorria

Blanca incandescencia

La vivienda ideada por Cecilia Casiello y Alejandra Linares conjuga naturaleza y diseño con conceptos modernos y contemporáneos

Las arquitectas Cecilia Casiello y Alejandra Linares realizaron el proyecto y dirección de obra de esta vivienda de carácter racionalista, con volúmenes blancos, grandes vidriados y materiales cuidadosamente seleccionados, ubicada en la vecina localidad de Granadero Baigorria. Se trata de una casa de uso permanente, cercana al río y levantada entre medianeras, con la intención de generar una arquitectura abierta que conjugue con criterio el paisaje y el diseño.

   Antes de iniciar los trabajos las profesionales a cargo efectuaron una primera visita al sitio en la que decidieron conservar todos los añosos árboles del sector. Además, tomaron la determinación de cegar el frente hacia la calle y desarrollar el planteo hacia el interior del lote.

   Se percibe una sensación de liviandad estructural lograda a partir de la utilización de una sucesión de columnas redondas de diámetro pequeño. Por su parte, la iluminación juega un papel por demás de importante. Se trabajó con leds en la pileta, la fuente y en el patio interior de la vivienda. Así la obra va cambiando de color continuamente y el efecto alcanzado es escenográfico y teatral.

   El agua forma parte importante de los ritos cotidianos de este hogar. El contacto es permanente y cercano. La pileta y la fuente se disfrutan permanentemente debido a su estudiado implante. Moderna y contemporánea, de espacios diáfanos y relajados, la vivienda es parte de la naturaleza y está enfocada a ella.

   La vivienda se desarrolla en tres plantas y cuenta con una bodega en el subsuelo. En el piso superior se dispusieron los tres dormitorios. En tanto, la escalera es una llamativa pieza escultórica que incorpora el concepto de la curva y dinamiza el espacio interior.

   La planta de acceso está dominada por el sector público de la vivienda. La cocina comedor diario, con una isla central de gran tamaño, se transforma en una especie de pecera que parece caer sobre la pileta.

   Los materiales empleados fueron piedra y párex en el exterior, solados de mármol y estuco en las paredes interiores, aberturas de PVC de doble vidriado hermético, acero y vidrio. Además, se incorporaron mármoles novedosos como el Rosso Levanto que se utilizó en la cocina.

   La tecnología también cumple un rol significativo. La casa cuenta con un sistema de home teathre en el living, una cabina de ducha programable y sistemas inteligentes para la iluminación y la apertura de los portones de ingreso.

   Las responsables del estudio CLAD analizaron su actuación profesional en relación a la obra. “Intentamos lograr soluciones imaginativas frente a las demandas individuales. El quehacer arquitectónico en viviendas debe tener como objetivo elevar al máximo la calidad de vida del usuario, desde un contacto directo con la naturaleza hasta el mayor confort logrado por la implementación de los últimos avances tecnológicos”. Esos conceptos de servicio le dieron fundamento y forma a esta vivienda anclada en el corazón de Baigorria.