El monumento a Belgrano vuelve a lucir nuevo, como en 1927

Con una puesta en escena que retrotrajo al bulevar Oroño al siglo XIX, la ciudad celebró la reinauguración del Monumento a Manuel Belgrano, que fue sometida a un proceso de restauración que duró un año.

Hubo salvas de cañones y soldados con trajes de época, vecinos, miembros del equipo de restauración y representantes del banco que auspició los trabajos.

En la oportunidad estuvo presente la Banda Tacuarí del Regimiento de Patricios de Buenos Aires, una Guardia de Honor, formaciones militares y de la Asociación del Real Cuerpo de Blandengues, que llegó desde La Plata.╠

“Sólo una nueva propuesta de valores puede asegurar el desarrollo para todos”, dijo el arzobispo José Luis Mollaghan al rememorar al prócer y hacer un paralelo de su prédica con el presente.

Todos los oradores resaltaron la obra de Belgrano, su transparencia, su humildad y su rol educador.

La estatua que se levanta en Oroño y Lugones fue sometida a una minuciosa tarea conservacionista luego de que el equipo de preservación descubriera que se encontraba en pésimo estado, casi a punto de caerse. En marzo del año pasado fue retirada del lugar fue retirada del lugar y llevada al Museo de la Ciudad, donde los restauradores, con el artista plástico Marcelo Castaño a la cabeza, la pusieron a punto.

Los trabajos consistieron en en el sellado de grietas y sisuras, la protección del bronce con nitrato de cobre y la coloración.

Para este trabajo, el municipio contó con el auspicio del Banco Galicia, que financió el proyecto para dejar la estatua como era en 1927, cuando se inauguró.

Una puesta militar de época acompañó la reinauguración de la tradicional estatua