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 sábado, 04 de agosto de 2007  
El tálamo y la reanimación

Si bien ya se había utilizado la estimulación del cerebro para cuadros de Parkinson o epilepsia, el haber logrado la recuperación de la conciencia en un joven de 38 años estimulando su tálamo es un hito científico, aunque todavía se encuentre en la etapa experimental. Se podría hacer un paralelismo con el día que se logró colocar un marcapasos para devolver el ritmo al corazón. El tálamo es una especie de periodista que capta, filtra y distribuye la información a distintas zonas del cerebro. Un peaje o estación de los sentidos, que al percibir o "in-corporar" estímulos, los organiza, resignifica, filtra y reenvía a la corteza cerebral para la toma de conciencia (en la que influye la modulación de conocimientos y creencias) y a las áreas sensitivas (lóbulo parietal), que participa en el proceso, aunque en forma distinta. Si se toma como ejemplo el recorrido y significado del dolor percibido por una parturienta, que desea y anhela tener en sus brazos al hijo, tal vez se entienda la complejidad de mecanismos que interjuegan en el cerebro. El tálamo, compuesto por decenas de núcleos, también interviene en la actividad motora, en la atención, en el estado de vigilia, en la memoria y en los procesos de aprendizajes. La reanimación de este joven, gracias a la intervención de los doctores Joseph T. Giacino, del Instituto de Rehabilitación JFK Jhonson (N. Yersey) y médicos de la escuela de medicina Weil Cornell y de la Cleveland Clinic, rememora la leyenda judaica del golem, nombre que en la Biblia figura como "germen" o "embrión". Ese ser de arcilla, que alguien "reanima" y le da vida, inspiró a escritores como Borges y a filósofos como Sloterdijk. El pensador André Neher planteó que el Fausto fue el mito del ser humano moderno y el golem el del postmoderno. A las 48 horas de implantados los electrodos en el tálamo, el joven fue capaz de abrir sus ojos, emitir señales que daban cuenta de la percepción de sonidos y voces como la de su madre, a la que hoy le declara su amor, como recomenzando una nueva "biografía", escrita por la ciencia y la creencia de que la vida vale la pena.

Mirta Guelman de Javkin

www.mirtaguelman.com.ar


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