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sábado,
28 de
julio de
2007 |
Propuestas para aprovechar desde el aula la Feria del Libro que arranca el 14 de agosto
La promoción de la lectura llega con una feria
La gran muestra ofrece visitas guiadas a las escuelas. Habrá narradores y talleres
Micaela Pereyra / La Capital
La novena edición de la Feria del Libro de Rosario asoma con el mes de agosto y trae una interesante oferta para que las escuelas participen del encuentro con los libros, los autores y el universo cultural que se despliega alrededor de esta convocatoria.
Organizada por las librerías Homo Sapiens, Técnica, Ameghino, Mandrake, Germinal y Buchín, y el apoyo de los gobiernos provincial de Santa Fe y municipal de Rosario, además del auspicio de La Capital, del 14 al 26 de agosto la feria se realizará en el predio del Patio de la Madera (Cafferata y Santa Fe). Las escuelas pueden inscribirse para acceder a visitas guiadas, talleres y actividades especiales que cada año se agregan para movilizar a los chicos hacia la lectura. Todo es con entrada libre y gratuita.
“Si hay una Feria del Libro en la ciudad hay que aprovecharla, cualquier iniciativa pública y privada que ponga en circulación la cuestión del interés por los libros, es válida en primera instancia, después hay que ver como se capitaliza esta experiencia en el aula”, apunta la escritora santafesina Beatriz Actis y abre el juego para que los docentes incorporen esta visita en sus planes de promoción de la lectura.
Para los chicos la salida de la escuela siempre está acompañada de un espíritu festivo y recreativo. La idea es sumarle a esa experiencia grupal una búsqueda sobre lo que pasa en la muestra. Para eso es bueno que los docentes trabajen en el aula antes y que planifiquen buenas iniciativas para que el recorrido sea otro estímulo a la lectura.
Sin recetas
No existe una única receta para promover la lectura. Es posible plantear distintas estrategias tanto institucionales como individuales, desde la casa y desde la escuela siempre con la idea de invitar a leer. La feria es así una forma más de vinculación con los libros, de encuentro con la fantasía, la reflexión y el viaje por mundos e historias que solo serán vividos a través de las palabras.
También es una manera de conocer las tareas que realizan los editores, ilustradores y promotores. La encargada de uno de los stands del año pasado recuerda los dichos de una adolescente: “Yo no sabía que la editorial podía decidir no publicar un libro si no le gustaba”, dijo sorprendida la chica cuando consultaba cómo hacían los autores para llevar un libro a la venta.
“No es tan inocente que los chicos recorran la feria. No se pretende dejar de lado el impacto, al contrario, la idea es potenciar la alegría aprovechando la variedad de la muestra para que el aprendizaje sea significativo”, dice Beatriz Actis y destaca la importancia del trabajo en el aula y la necesidad de acudir a la visita con consignas claras. La autora santafesina de cuentos infantiles y ensayos sobre la comprensión de textos recomienda a los docentes consultar el programa de la feria antes de ir. De esta manera pueden investigar sobre la obra de los escritores invitados y planear las preguntas para no caer en generalidades.
Además resalta que es una buena oportunidad para interrogar a los libreros, los vendedores y editores, averiguar cuáles son los libros más vendidos. En este sentido indica que es muy importante que los docentes no les asignen a todos los alumnos las mismas tareas, de manera de hacer más viable las consultas y respuestas buscadas.
Otra sugerencia de Actis es explorar los distintos géneros literarios. En ese camino, la feria del libro es la oportunidad de ver materializada la diversidad de géneros que los alumnos ven en el aula, pero también, encontrar otros y ampliar la búsqueda a nuevas lecturas. Más aún al saber que estarán en la feria autores como Maitena, Felipe Pigna, Angelica Gorodischer, Juan José Sebreli, Marcos Aguinis y Rep.
Solos o acompañados
La muestra es una buena oportunidad para encuestar a los visitantes sobre por qué van, qué les atrae o cuánto tiempo dedican a leer. Además de trabajar sobre el espectro cultural que acarrea la feria, indagar en lo que significa un encuentro de la cultura donde se exponen todo tipo de lenguajes artísticos y participan los distintos sectores de la sociedad: el Estado, los empresarios, los voluntarios y las organizaciones de la sociedad civil.
Sin quedar atrapados en el bullicio de la feria, Beatriz Actis, recomienda atender con cuidado las tareas de promoción de la lectura. “No alcanza con las buenas intenciones de decir recuperemos el placer de leer, porque sino parece que leer es una cosa mágica, y que se consigue de inmediato, como lo que ofrecen otro tipo de cosas entretenidas. Leer siempre implica una dosis de esfuerzo, tiempo y una reflexión sistemática. Luego sí, cada uno emprende un viaje con la lectura”, señala la escritora.
La feria ofrece a las escuelas visitas guiadas y está abierta para que por la tarde los alumnos puedan hacer recorridos propios solos, con sus maestros o familias. Una buena sugerencia es llevar a la clase lo visto para compartir con profesores y compañeros.
Actis señala que lo importante es apropiarse de esta actividad pública que privilegia la lectura y de los libros que en general no se encuentran en el aula.
Pero para que el aprendizaje se vuelva significativo para los chicos es necesario que el maestro utilice “su cintura didáctica”. Eso permitirá que sus alumnos disfruten y se sorprendan con la muestra, pero además aprendan. Actis advierte que “la escuela ha cometido excesos por ser terriblemente enciclopedista, esquemática y mecanicista, y después pasó al otro extremo superficial donde todo es divertido, por eso es primordial la construcción de una opción intermedia”.
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Una cita con los libros propone una salida diferente para chicos y jóvenes. La oportunidad está dada para llegar a nuevos géneros literarios.
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