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domingo,
24 de
junio de
2007 |
[Humor]
Los dibujos de un Rico Tipo
Guillermo Divito marcó las costumbres y modas de los años 40 y 50 con sus creaciones. Una exposición recorrerá su obra
El fundador de la revista Rico Tipo. El creador de unas chicas de figura imposible. El humorista capaz de fijar personajes que se convirtieron en prototipos populares, como Fúlmine o Pochita Morfoni. Guillermo Divito sumó esas facetas en su extraordinaria obra como dibujante, una de las más importantes en la historia del humor gráfico argentino. Una muestra de su producción podrá verse a partir del jueves próximo en el Centro Cultural Bernardino Rivadavia.
La exposición “Divito: ícono de una época” fue preparada por el coleccionista Marcelo Niño y reúne casi sesenta dibujos originales pertenecientes al Museo Itinerante de humoristas gráficos e ilustradores en Argentina, el dibujante Guillermo Guerrero (colaborador de Rico Tipo y uno de los fundadores de la revista Lupin) y el coleccionista Claudio Rodríguez.
Según destaca Marcelo Niño, será la primera vez que se exponga la muestra. “Podrán verse dibujos de diferentes épocas de Divito, desde su etapa en Patoruzú hasta Rico Tipo. Va a estar toda la galería de sus personajes e historietas, incluso de las que no son tan conocidas, como «Oscar dientes de leche», «Enemigo del hombre» y «Temas porteños»”, adelanta.
Las célebres “Chicas!”, página de dibujo a tres colores con un chiste mínimo, también formarán parte de la muestra, con bocetos de portadas y autocaricaturas. “Divito viajaba mucho y cada vez que volvía se ponía a contar en la redacción de la revista qué costumbres observaba en los lugares que había visitado. Y para ilustrar ese relato, se dibujaba a sí mismo”, dice el curador.
Divito nació en Buenos Aires el 16 de julio de 1914 y falleció en un accidente de carretera en Brasil, el 5 de julio de 1969 A los diez años, en el teatro Versailles, hacía un número llamado “El dibujante relámpago”, en el cual dibujaba caricaturas a pedido del público.
En los años 30 comenzó a dibujar en publicaciones como Sintonía y El Hogar, pero su consagración llegó al colaborar con Patoruzú, que dirigía Dante Quinterno. El rechazo de un aumento de sueldo lo hizo salir dando un portazo y lo llevó a fundar su propia revista, Rico Tipo, cuyo primer número apareció en noviembre de 1944 y que enseguida se convirtió en un éxito: llegó a vender un millón de ejemplares mensuales.
“Divito fue un dibujante extraordinario, que hizo escuela y logró que en sus publicaciones estuvieron los dibujantes más reconocidos de la época, como Calé, Pedro Seguí, Oski o Toño Gallo. Y escritores como César Bruto (Carlos Warnes). Por eso fue también un gran empresario”, señala Marcelo Niño.
Además llevó a su revista a su notable elenco de personajes. En primer lugar, “El otro yo del Dr. Merengue”, considerada su mejor historieta, que había iniciado en El Hogar. Y luego “Fúlmine”, el arquetipo de la mala suerte: flaco, narigón y de lentes, vestido siempre de negro, provoca desastres a su paso, sin ser nunca consciente de su terrible poder; “Pochita morfoni”, una mujer que sólo piensa en comer; “Fallutelli”, petiso alcahuete y traidor, que intenta disimular su condición con una sonrisa permanente de oreja a oreja; y “Bómbolo”, un gordo bonachón que siempre entiende las cosas al pie de la letra.
Se cuenta que Divito inventó al doctor Merengue un día en que fue al hipódromo. Un amigo le prestó plata para jugar y a pesar de que ganó no se la devolvió; Divito, que tenía ganas de matarlo, se quedó callado. Ese contraste entre lo que se quiere decir y lo que realmente se dice (o no se dice), mediado por los condicionamientos sociales, las costumbres y la hipocresía, fue el mecanismo básico de su historieta. La oposición resulta puntual: Merengue es impasible, su otro yo, desaforado; el doctor es amable con su esposa, el otro la detesta y quiere asesinarla; uno no presta atención a las demás mujeres, el otro las persigue con desesperación.
Divito creó prototipos de conducta invariable. El humor se producía por la contraposición entre ese rasgo fijo y la situación que hacía de contexto, siempre diferente. Sabía provocar cierto suspenso, con la complicidad del lector: en cada historieta parece que el rasgo fatal de Fúlmine o la conducta artera de Fallutelli, por una vez, no van a cumplirse. Pero los desenlaces son infalibles, y por ese rodeo resultan más cómicos.
Los originales
El curador de la muestra que se expondrá en Rosario cuenta que fue difícil reunir el material. Primero porque se preservaron pocos originales de Divito. Y también porque, a partir del momento en que se convirtió en director de su propia revista, delegó gran parte de su trabajo como dibujante en algunos de sus colaboradores.
“Lo que yo pretendía es que fueran dibujos hechos por Divito y no por sus colaboradores —dice Marcelo Niño—. No es sencillo distinguirlos, pero sabemos que él dibujó para Rico Tipo en los primeros números y en los últimos antes de su muerte. En el medio se dedicó más a la parte editorial; su intervención en la historieta pasaba entonces por plantar un dibujo a lápiz”.
El nombre de Divito marcó su época. En su historia sobre la revista, Pablo De Santis cuenta que los lectores, en el quiosco, pedían “el Divito”, cuando querían comprar Rico Tipo.
“Además impuso modas —agrega Niño—. Casi todas las sastrerías hacían su publicidad con trajes Divito. Hubo una loción para mujeres de Divito. Y muñecas de Divito, que ahora son objeto de colección”.
Las “Chicas!”, jovencitas de cintura de avispa y busto sobresaliente que vestían minifaldas o bikinis y sostenían diálogos tontos, fueron su gran impacto social. Influyeron en la moda, la publicidad y las preferencias femeninas. Como ocurrió con Pochita Morfoni o Fúlmine, no se sabía si el dibujante se había inspirado en la realidad o bien si la realidad copiaba a la historieta. Un sello de su genialidad.
Divito se expondrá del 28 de junio al 29
de julio en el Centro Cultural
Bernardino Rivadavia, San Martín 1080.
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Guillermo Divito marcó un hito cultural con sus dibujos.
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