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 domingo, 24 de junio de 2007  
Identificaron en Paraná los restos de un desaparecido
Se trata de Juan "Beto" Osuna, fusilado por fuerzas policiales en la Masacre de la Tapera

Lizi Domínguez / La Capital

Una prueba genética hecha en base a muestras recogidas por el Equipo Argentino de Antropología Forense confirmó que los restos óseos enterrados como NN en el cementerio municipal de Paraná corresponden al militante Juan Alberto Beto Osuna, desaparecido durante la última dictadura militar y víctima de la denominada Masacre de La Tapera, donde fuerzas armadas y de seguridad simularon un enfrentamiento con civiles.

El estudio de ADN reveló con un 99% de exactitud que el cadáver pertenece a Osuna, quien fue enterrado sin identificación en la fosa 74. Años después, su familia lo retiró clandestinamente para trasladarlo a un cementerio privado. En cuanto a las causas de la muerte, los antropólogos determinaron que "en los huesos había restos de los impactos de bala, además de otras lesiones que había en las costillas y en las vértebras", señaló Marina Barbagelata, abogada querellante en la causa.

En el hecho ocurrido en septiembre de 1976 también fue asesinado Carlos José María Fernández, cuyos restos se siguen buscando en la necrópolis comunal. El avance "cierra el circuito de lo que pasó en la Masacre de La Tapera, donde hubo secuestro, desaparición, tortura y luego un fusilamiento. Se trata del primer desaparecido de Entre Ríos que es encontrado e identificado en esta provincia", consideró Guillermo Germano, coordinador del Registro Unico de la Verdad e iniciador de la causa judicial.

Barbagelata adelantó que la confirmación permitirá justificar el pedido al juez interviniente para ampliar la zona de excavación en el cementerio de Paraná a fin de buscar los restos de Fernández. Asimismo, la abogada comentó que el fiscal de la causa dispuso correr vista al magistrado sobre el hallazgo y partir de allí confeccionar la partida de defunción de Osuna, para poder entregar formalmente sus restos a la familia. Al respecto Rubén Osuna, hermano de Juan Alberto, dijo que si bien los familiares estaban convencidos de que se trataba del pariente desaparecido, les faltaba esta confirmación "para poder sepultarlo con todos los honores ya que tuvimos que enterrarlo clandestinamente como NN al lado de nuestro padre. Beto no existía para la sociedad, pero ahora eso cambió".

La Tapera se denominó al lugar donde se fraguó el enfrentamiento del 25 de septiembre de 1976, cuando aproximadamente a las 0.30 un grupo de más de cincuenta efectivos policiales y militares, acribilló a balazos a Fernández y a Osuna al abrir fuego sobre una vivienda ubicada en calle Rondeau 1396 de Paraná. Previamente, los mismos asesinos habían dejado allí a los dos detenidos, inconscientes y atados, luego de torturarlos salvajemente en el centro clandestino de detención que funcionó en el Escuadrón de Comunicaciones Blindado Nº 2 de la capital entrerriana. Tal hecho fue groseramente enmascarado como un enfrentamiento, aunque la vivienda mostraba más de 300 impactos de proyectiles.

Osuna trabajaba en la Dirección de Catastro de la provincia. Su familia supo que estuvo detenido unos días en Santa Fe o en Santo Tomé, antes de ser trasladado al mencionado centro de detención. Fernández fue secuestrado frente a varios compañeros de trabajo el 4 de septiembre de 1976 de la fábrica Sofama, en Teodelina (Santa Fe), por cuatro individuos que se identificaron como policías federales. Los restos de Osuna fueron encontrados por los familiares en el cementerio municipal de Paraná a partir de un dato aportado por un empleado Entre Ríos.

Rubén Osuna comentó que cuando fue a preguntar por el paradero de su hermano, el interventor militar Juan Carlos Trimarco, lo echó e, incluso, lo amenazó. "Me dijo que iba a ser boleta, que no siguiera. Me tiró una foto y me dijo: «Este es tu hermano. Está muerto y en el cementerio»", recordó.
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