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sábado,
16 de
junio de
2007 |
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Café del Bajo
Café del Bajo
-Yo quiero un mundo...
-Yo quiero un mundo en donde la tristeza del ser humano sólo sea aquella que fue determinada por Dios en el principio de los tiempos...
-Esa tristeza que es inherente al orden natural de las cosas y las criaturas...
-Que tiene un propósito a veces incomprensible para nuestra condición finita y nuestra limitada sabiduría. Más no quiero la tristeza innecesaria provocada por los hombres.
-Yo quiero un mundo en donde la soledad sea apenas un fantasma enfurecido por su incapacidad de asustar al ser humano y hacerlo presa de sus desgraciados objetivos.
-Yo quiero un mundo en donde la pobreza, el hambre y la injusticia social sean sólo el recuerdo de un pasado lejano...
-Por eso quiero un mundo en donde los muy ricos dejen de ser tan ricos, para permitir que los pobres dejen de ser pobres.
-Yo quiero un mundo en donde los gobernantes no sean perfectos y mucho menos santos, pero que tampoco elijan al demonio como socio.
-Porque si sólo albergaran en su corazón el deseo de pecar un poco menos el mundo, considerado éste como las miles de millones de almas que hoy peregrinan entre el sacrificio y la pena, comenzaría a tener menos carga y más sonrisa.
-Yo quiero un mundo en el que todas las armas nucleares sean desactivadas y destruidas...
-Y que las convencionales sean drásticamente reducidas, y aquellas que perduren se utilicen al sólo efecto de la legítima defensa y la preservación del orden, la paz y la justicia.
-Yo quiero un mundo en donde el presupuesto para armamento sea de aquí en más usado para investigaciones que favorezcan a la dignidad humana en sus aspectos físicos, psíquicos, intelectuales y espirituales.
-Yo quiero un mundo en donde el judío, el cristiano, el musulmán, el budista, el ateo, el negro, el amarillo y el blanco sean hermanos aplicados al respeto.
-Un mundo sin terrorismo y sin terroristas que ofenden a Dios lanzando una bala en su nombre.
-Quiero un mundo en donde el amor no sea una utopía, ni un sueño, ni una ilusión, ni una hueca palabra que provoca risas burlonas.
-Y yo quiero un mundo con pecadores, pero pecadores conscientes de su condición que le pidan a Dios cada día que los liberes de semejante carga...
-Porque sé que un mundo de santos será imposible...
-Pero un mundo con tales pecadores podrá ser maravilloso, porque todos, cada día, seremos un poco menos malos para ser un poco más buenos...
-Yo quiero un mundo en donde el perdón no cueste nada. Por eso quiero saber perdonar, perdonar desde lo consciente y desde lo inconsciente. Y, si es posible, también ser perdonado.
-Yo quiero un mundo en donde la luz sea luz y las sombras del vacío de la existencia humana algo inconcebible.
Candi II
-Yo quiero un mundo...
-Yo quiero un mundo en donde la tristeza del ser humano sólo sea aquella que fue determinada por Dios en el principio de los tiempos...
-Esa tristeza que es inherente al orden natural de las cosas y las criaturas...
-Que tiene un propósito a veces incomprensible para nuestra condición finita y nuestra limitada sabiduría. Más no quiero la tristeza innecesaria provocada por los hombres.
-Yo quiero un mundo en donde la soledad sea apenas un fantasma enfurecido por su incapacidad de asustar al ser humano y hacerlo presa de sus desgraciados objetivos.
-Yo quiero un mundo en donde la pobreza, el hambre y la injusticia social sean sólo el recuerdo de un pasado lejano...
-Por eso quiero un mundo en donde los muy ricos dejen de ser tan ricos, para permitir que los pobres dejen de ser pobres.
-Yo quiero un mundo en donde los gobernantes no sean perfectos y mucho menos santos, pero que tampoco elijan al demonio como socio.
-Porque si sólo albergaran en su corazón el deseo de pecar un poco menos el mundo, considerado éste como las miles de millones de almas que hoy peregrinan entre el sacrificio y la pena, comenzaría a tener menos carga y más sonrisa.
-Yo quiero un mundo en el que todas las armas nucleares sean desactivadas y destruidas...
-Y que las convencionales sean drásticamente reducidas, y aquellas que perduren se utilicen al sólo efecto de la legítima defensa y la preservación del orden, la paz y la justicia.
-Yo quiero un mundo en donde el presupuesto para armamento sea de aquí en más usado para investigaciones que favorezcan a la dignidad humana en sus aspectos físicos, psíquicos, intelectuales y espirituales.
-Yo quiero un mundo en donde el judío, el cristiano, el musulmán, el budista, el ateo, el negro, el amarillo y el blanco sean hermanos aplicados al respeto.
-Un mundo sin terrorismo y sin terroristas que ofenden a Dios lanzando una bala en su nombre.
-Quiero un mundo en donde el amor no sea una utopía, ni un sueño, ni una ilusión, ni una hueca palabra que provoca risas burlonas.
-Y yo quiero un mundo con pecadores, pero pecadores conscientes de su condición que le pidan a Dios cada día que los liberes de semejante carga...
-Porque sé que un mundo de santos será imposible...
-Pero un mundo con tales pecadores podrá ser maravilloso, porque todos, cada día, seremos un poco menos malos para ser un poco más buenos...
-Yo quiero un mundo en donde el perdón no cueste nada. Por eso quiero saber perdonar, perdonar desde lo consciente y desde lo inconsciente. Y, si es posible, también ser perdonado.
-Yo quiero un mundo en donde la luz sea luz y las sombras del vacío de la existencia humana algo inconcebible.
Candi II |
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¿Está de acuerdo con la campaña de desarme ciudadano lanzada por el gobierno nacional?
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"Hay un exceso de confianza en Binner por eso de no debatir"
Roxana Latorre
Candidata a gobernadora santafesina
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