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domingo,
22 de
abril de
2007 |
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Café del Bajo
-A partir de mañana, la ciudad de Rosario será sede de un hecho importantísimo: el XVI Congreso Latinoamericano de Puertos. Pero también Rosario será sede de las protestas de los trabajadores del sector, que mostrarán al mundo las condiciones laborales y las circunstancias en general por las que atraviesa la marina mercante argentina. Fuentes confiables me han dicho que habrá cortes de acceso al lugar de la realización de este congreso internacional al que asistirán personalidades y empresarios de todas partes del mundo. ¿Qué está pasando con la marina mercante argentina? Bien, lo que sucede con este sector es un mero ejemplo, uno más, de lo que sucede con otros tantos de un país en el que algunas cosas se desconocen. Antes de proseguir diré que Cayo Ayala, secretario general de la Federación que agrupa a los sindicatos marítimos y portuarios del país, ha dicho que se lanzó "el estado de alerta y movilización en reclamo de una decidida intervención del Estado en defensa de la navegación interior del país". Ahora, sería oportuno que el lector prestara atención a lo que sigue y que ilustrará cual es la situación de la marina mercante argentina. Se trata de una carta que diversos sectores vinculados a la marina y los trabajadores portuarios le hicieran llegar a la Confederación General del Trabajo. Parte de la carta dice: "Hemos contemplado con real estupor la desintegración de la marina mercante a partir del año 1989, con su punto culminante con la sanción del decreto 1772/91 por el cual se estableció el cese provisorio del pabellón nacional y su sustitución por banderas de conveniencia...".
-¡Qué vergüenza! Es decir si conviene se pone al barco la bandera de tal o cual país y el régimen laboral y las condiciones en general se establecen de acuerdo con las normas del país en cuestión. Siga.
-"En este momento -dice la carta- tenemos una nueva fuga de la bandera nacional a pabellones extranjeros, atentando directamente contra las fuentes de trabajo de nuestros afiliados, mediante la cual las empresas locales y de supuesto capital nacional trasladan sus buques a países de banderas complacientes y más específicamente a la de la hermana República del Paraguay, sustentándose en argumentos que genéricamente se los puede identificar como de usufructo de las actuales asimetrías existentes en la hidrovía Paraguay-Paraná". La carta enviada a la CGT lo dice claramente: "Un país como Argentina, de más de 4.000 kilómetros de frente marítimo y que más de 1.500 kilómetros de la Hidrovía bañan las costas nacionales, va perdiendo lo que queda de una marina mercante destinada al comercio interno de cabotaje, en manos de un Estado mediterráneo, como lo es la República del Paraguay, por poseer un sistema impositivo, aduanero y de estado rector del puerto complaciente y una legislación laboral marítima que reconoce mínimos derechos en comparación con los de la República Argentina".
-Está claro y es bastante razonable la bronca de los diversos gremios quienes, de nos ser escuchados en su planteo en las próximas horas, harán movilizaciones con las que, una vez más, se mostrará la realidad nacional. Ahora, esto comenzó en el •89 ¿Y seguimos como entonces dejando al garete a la marina mercante nacional? Se habla mucho en este país y se hace poco.
Candi II
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"No tengo problemas en encolumnarme con el que triunfe, es decir con Rafael Bielsa, en el caso de que eso ocurra"
Agustín Rossi
Precandidato a gobernador (PJ)
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