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 sábado, 10 de marzo de 2007  
"¿Qué hay en la cabeza de un argentino?"

Marcelo Menichetti / La Capital

La primera respuesta que surge ante una pregunta tan amplia suele ser facilista y, además, ordinaria. Pero probablemente sea correcta. La masiva adhesión a "Gran Hermano", el éxito excluyente de la TV criolla, es un indicio claro de lo que pueden contener los cráneos argentinos. Teniendo en cuenta los versos de Alberto Cortez cuando nos define diciendo "nosotros somos/ los demás, de los demás" y aunque pensemos que los peores son los otros, está claro que vivimos en una sociedad que hace agua por el lado de la madurez de criterio. La gran avidez por espiar lo que sucede en una casa habitada por gente que tiene poco o nada que hacer en la vida, da pie para pensar que algo huele mal por estas latitudes. En una primera aproximación hay que decir que este engendro promueve la curiosidad morbosa, tan emparentada con la hipocresía. Una segunda mirada revela la magnitud del afán exhibicionista, una de las aristas más notables de la mayor parte de las sociedades del planeta. Chisme, delación, trampa, deslealtad, deshonestidad, mentira y conspiración son parte del decálogo de prácticas indeseables en cualquier grupo humano. Sin embargo, son la carnada que exhibe "Gran Hermano" para convocar, día y noche, a millones de curiosos que se asoman a espiar qué sucede en esa casa. Todos quieren ver a sus habitantes mientras se bañan atados de a dos por las muñecas, o cuando lloran en soledad confesando intimidades a una voz admonitoria que perdona o condena desde las sombras. Las crisis que cada protagonista lleva a cuestas es digna de una galería de patologías psicológicas. Más allá de lo lamentable y patético que resulta ver tantas miserias humanas reunidas para "brindar un espectáculo", hay que dar vuelta el microscopio y analizar a quienes se entretienen ante tan poco edificante show.

El resultado puede ser sorprendente y, probablemente, descorazonador. Pero, como dicen los que acuñan frases que pueblan el lugar común, "es lo que hay", por este rincón del mundo.
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