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 sábado, 10 de marzo de 2007  
Inauguran en Rosario la Escuela “Chico Mendes”
Es un espacio de formación ambiental y de pensamiento latinoamericano

El próximo martes 13, a las 19, se presenta en Dorrego 693 la Escuela de Educación y Formación Ambiental Chico Mendes, inscripta en el pensamiento ambiental latinoamericano, con la intención de generar un espacio de construcción colectiva hacia adentro y hacia afuera a través de una multiplicidad de actividades que permitan dar a conocer, “los saberes impertinentes”. El espacio es el primero del interior del país, secundando a la Escuela Marina Vilte de la Ctera que funciona en Buenos Aires y es dirigido por Carlos Galano.

En su primera aparición la escuela de pensamiento presentará su “Manifiesto para la ambientalización de la vida” con la intención de pensar el ambiente de una forma distinta a la que habitualmente circula. “Es la confluencia de la diversidad, una construcción máxima de expresión colectiva para prepararnos y potenciarnos para la participación, pensando en otros que a lo mejor no han tenido la posibilidad de debatir por falta de información o por no saber cómo hacerlo”, explica Norma Banchio, una de las creadoras de este espacio.

Muchos de los promotores de esta escuela provienen de la carrera de especialización ambiental y se reagruparon, orientados por Carlos Galano, para reinterpretar la ciencia, para pensar las ciudades y “estimular la discusión acerca de la vida que queremos, dónde y cómo la queremos vivir”, agregan.

Los educadores que integran la Escuela Chico Mendes son Ana Real, Mariel Rapalino, Damián Verzeñassi, Norma Banchio, Marta Tranquini, Claudia Gotta, Ana Victoria Ramos, Marcelo Petrich y Liliana Femenia.

El espacio tiene previsto iniciar su dinámica con jornadas, talleres, cursos y tal vez en el futuro un cursado permanente. “La idea es crear nuevos espacios para repensar el pensamiento, para pensar la vida y llevar la discusión a las organizaciones que ya existen en nuestra sociedad: la universidad, los sistemas de salud, los sistemas educativos en general, los vecinos”, aclara Damián Verzeñassi.


Nueva concepción
Este espacio en Rosario intenta hacer emerger una concepción que le pertenece a América latina y es la que reivindica el pensamiento ambiental latinoamericano. Este movimiento surge para confrontar con una concepción del conocimiento instalada en el sistema educativo desde el siglo XIX que postuló desde la razón un saber único que ha desconocido el conocimiento. “Está centrado en la pura racionalidad que deja afuera el conjunto de complejidades que tiene la vida del mundo físico, biológico, la vida del mundo cultural-simbólico, ellos plantean una separación entre el sujeto y el objeto siguiendo la lógica de la separatividad que está en las entrañas del pensamiento en Occidente. Al construir el conocimiento separando se favorece la depredación física, biológica y cultural”, teoriza Carlos Galano.

Como ejemplo del progreso económico naturalizado aparece la ciudad de Vancouver en Canadá, con un desarrollo importante, donde no existe la pobreza, el diseño urbanístico es extraordinario, las escuelas están totalmente equipadas, todo está calefaccionado y las universidades se encuentran entre las más avanzadas. “Pero para que Vancouver tenga esa calidad de vida necesita de mucha energía, obtenidas de 0,8 hectáreas por persona. Es decir que, siguiendo el pensamiento de la ciencia clásica que es lineal, para vivir los 6.500 millones como viven en Vancouver necesitaríamos 5 planetas para generar energía”, explica Galano y propone desmontar esta forma de la exclusión.

Amparados también en la sensibilidad para construir el saber, desde América latina confluye un torrente de pensamiento científico contemporáneo que, sumado al aporte de la cosmovisión de los pueblos originarios, la educación popular de Paulo Freire y la teología de la liberación, plantea que “aún cuando los sistemas educativos construyan saberes pertinentes, desde la educación ambiental queremos construir saberes impertinentes”.
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Carlos Galano (a la derecha) junto a los integrantes de la escuela Chico Mendes que se inaugura el martes.

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