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 viernes, 02 de marzo de 2007  
Murió Candy Stripes
El elevage perdió a uno de los padrillos más influyentes

A los 25 años, víctima de un cólico cerrado, murió en el Haras Carampangue Candy Stripes, uno de los padrillos más influyentes de los últimos tiempos.

Fue sin dudas uno de los padrillos más importantes en la historia de la cría nacional. El hijo de Blushing Groom dijo adiós. Un cólico cerrado obligó a los veterinarios del Haras Carampangue a sacrificarlo pues su recuperación ya no era viable. Tenía 25 años y hacía dos y pico que se encontraba retirado en la cabaña de propietarios chilenos, disfrutando un merecido descanso como un verdadero jubilado de lujo.

Candy Stripes, alcanzó igual trascendencia en el país y en el exterior y dejando campeones en cada sitio donde su talento llegaba para trabajar. Dicen que como muestra basta un botón, y ahí aparece -entre sus más notables aportes- uno de sus hijos, Invasor y su nieto Candy Ride, quizá dos de los cinco mejores caballos que hayan nacido en nuestros campos a lo largo de una historia rica en cracks.

El primero se graduó con honores al ser consagrado como Caballo del Año 2006 en los Estados Unidos, título que tratará de revalidar durante la presente temporada. Candy Ride no llegó a tanto, pero no porque no pudo, una lesión lo quitó del camino cuando el destino marcaba una inexorable consagración en el Norte, tras ganar el trascendental Pacific Classic, en tiempo récord.

En su debut, Candy Stripes salió de perdedor a los 3 años en Saint Cloud y también sumó una victoria en la milla de Longchamp. Sin embargo, su mejor actuación la cumplió en la Poule D'Essai des Poulains, una de las carreras más prestigiosas y difíciles del turf del primer mundo.

El fenomenal padrillo regresó para quedarse en el país en 2000, cuando hizo pie en el Haras Carampangue. Allí sirvió hasta 2003, cuando problemas de fertilidad obligaron a retirarlo. Nada menos que 21 de sus crías se impusieron en carreras de Grupo I y doce de ellas alcanzaron el título de campeón.

A la cabeza de la lista no hay dudas en ubicar a Invasor, el único caballo sudamericano en ganar el Breeders' Cup Classic y ser consagrado en los Estados Unidos con los máximos honores.
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