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domingo,
14 de
enero de
2007 |
Perfume de mujer, obvio
Hugo Muleiro
El que es un tema de nunca acabar es el de la mujer y el perfume.
Una asociación automatizada entre mujer y perfume se desliza en textos y titulares pero no sólo de los artículos dedicados específicamente al tema, que por cierto se pueden encontrar por miles, sino también en espacios de política y otras secciones. Asume una mujer el en el Ministerio de Defensa y la asociación que le brota al periodista, la que se le escurre, es con el perfume. O va una mujer al Ministerio de Economía y en lugar de su pensamiento sobre la evolución del producto bruto interno o los créditos stand by con el Fondo Monetario Internacional, el cronista deriva para el lado del aroma. Parece una invención, como si estuviéramos aquí jugando con el tema o exagerando un poco para defender un argumento, pero hay que ver lo que se encuentra al repasar páginas con un poco de atención.
En la capital argentina, el 1º de marzo de 2005 un diario nacional tituló a toda página sobre la asunción de Tabaré Vázquez como presidente de Uruguay. Un recuadro acompañó el artículo principal, y llevó por título: "Un gobierno con perfume de mujer". El bendito "perfume" viene del hecho de que tres mujeres fueron designadas ministras en Defensa, Desarrollo y Participación Social. y Salud Pública. Luego se destacó el hecho de que la Cámara de Diputados tendría al frente a una mujer, como las habría conduciendo subsecretarías, direcciones nacionales, institutos y otras reparticiones. Como no podía ser de otro modo, la descripción fue adornada con la definición, deslizada por allí, de ofensiva femenina, eso sí, entre comillas.
"Muy poco «aroma de mujer» en nuevo Congreso", tituló un diario nacional hondureño en febrero de 2005, en una nota en la que lamenta que en elecciones legislativas las mujeres hayan quedado muy rezagadas respecto de los hombres, no tanto porque no tuvieran participación en las listas sino porque, sencillamente, no obtuvieron el respaldo de las y los votantes, en un país con el 51% de la población femenina.
Y si no se trata de perfumes o aromas, el enfoque bien puede venir por muy cuidadas descripciones de la vestimenta de las mujeres públicas, incluyendo la altura de los tacos...
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