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sábado,
13 de
enero de
2007 |
Un sinuoso
camino aún
por recorrer
María Estela Martínez de Perón manifestó ayer su negativa a ser trasladada a la Argentina, por lo que ahora se abrirá un juicio de extradición en el que España dará la palabra definitiva.
El magistrado español Juan del Olmo apresó a Isabelita por pedido de la Argentina. No indagó ni presentó pruebas contra ella sino que —simplemente— le notificó cuál es su situación judicial en Mendoza.
Quien dirige el proceso penal contra la viuda de Perón es, en realidad, el juez de San Rafael (Mendoza), Raúl Acosta, pero su accionar está condicionado por la cooperación ibérica.
En espera. Como la ex presidenta tendría doble nacionalidad, puede ser juzgada en Madrid. Por eso España esperará la documentación que el magistrado argentino debe remitir (en un plazo de 40 días) antes de dictar sentencia.
Si finalmente es extraditada, Isabelita llegará al país en condición de acusada y será detenida. En cualquier caso, la indagará Acosta, quien luego definirá su situación procesal. Pero el juez ya eximió a Antonio Cafiero y, de adoptar idéntico criterio, la viuda de Perón no quedaría presa.
Si la Justicia considera que los crímenes que se le imputan constituyen delitos de lesa humanidad, el paso del tiempo no obstaculizará la causa. De otro modo, habrá prescripción. l
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