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domingo,
07 de
enero de
2007 |
Emprendedores:
de Pérez al mercado mundial
Fabiana Monti / La Capital
Los emprendedores de Sabor y Arte Argentino cruzaron fronteras dentro y fuera del país. Además de sumar durante 2006 a productores de distintas provincias del país, lograron abrir los canales para exportar a Chile, Bolivia y a Maringá (Brasil).
Ninguno de los 50 productores que hoy integran este emprendimiento -que arrancó con las Artesanas de la Cocina de la vecina localidad de Pérez y hoy tiene características federales- pudo imaginar allá por el año 2001 cuando estallaba la crisis económica en la Argentina, que cinco años después encabezarían un nucleamiento de este tipo ni mucho menos que estarían exportando.
"El objetivo de máxima es juntar a 100 productores y abrir otro local en Buenos Aires, aunque estamos en tratativas de armarlo porque en esa ciudad hay una avidez muy grande por nuestros productos que son no industriales y naturales ", explicó la presidenta de Sabor y Arte Argentino, Griselda Viera.
Si bien originalmente eran todos productores santafesinos, se fueron sumando de otras provincias como Salta, Córdoba, Misiones, Santiago del Estero, conformando este emprendimiento de rango nacional que combina artesanías y productos gourmet.
En rigor, desde abril del 2006, abrieron un local en calle Corrientes 532, donde se exhiben y están a las ventas todas las producciones, pero la proyección nacional e internacional se logró a través de la participación en foros, ferias y eventos que les permitió contactarse con clientes en el exterior.
"Tenemos abiertos canales de exportación a Chile, parte de Bolivia, Maringá (Brasil) y también nos pidieron productos en Africa", relató Marina Galli, de Preparados Leila.
La experiencia
Para los integrantes de esta experiencia de emprededurismo la clave del éxito fue precisamente el "ser emprendedor y la confianza", lo que para ellos significa "que no te importen los no y las trabas".
"Cada productor cuando trae su mercadería es como si trajera su hijo recién nacido y eso se respeta. Hay una historia de vida atrás. Es gente de trabajo que tiene un sueño y eso se respeta. Por eso se aprende a querer el producto", señaló Veira.
En estos cinco años que llevan trabajando juntos, lo que rescatan como valioso es que aprendieron a relacionarse, a contactarse y sobre todo "a no tener más miedo".
"Asociarnos nos permitió crecer en cantidad, en calidad y en conocimiento. Eramos productores aislados y lo que nos hizo unirnos mucho más fue la crisis del 2001", explicó la emprendedora.
Por otra parte, también rescataron el apoyo que tuvieron por parte del Ministerio de la Producción de la provincia de Santa Fe y del propio gobernador Jorge Obeid, que una vez los contactó en el local que tenían en el aeropuerto internacional de Fisherton.
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Fotos
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La iniciativa que arrancó con la crisis ahora traspasa fronteras.
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