En foco. Las inversiones y los comedores escolares

La provincia recibió anuncios de inversiones por 4.400 millones de pesos durante 2006 y en el mapa de las preferencias la región del Gran Rosario se llevó buena parte de las palmas. A la hora de mirar el desagregado, en el ranking de las preferencias se encuentra el de la producción de biocombustibles, todos proyectos concentrados en la región donde está ubicado el polo agroexportador más importante de América latina.

Sin embargo, los números suelen mostrar una parte desvirtuada de la realidad como aquella que pregona que si una persona come tres pollos a la semana y otra ninguno las estadísticas indicarán que se come uno y medio cada uno.

Este axioma parece cumplirse a rajatabla en la región. Tal es así que mientras parecen llover los dólares en la zona, más de 24 mil chicos siguen asistiendo en el departamento Rosario a la escuela en vacaciones sólo para concurrir al comedor, es decir uno de cada diez niños no puede comer en sus hogares.

Los números de la inflación que también se difundieron esta semana muestran estas contradicciones. Por un lado, mientras el gobierno festeja que el índice de precios al consumidor (IPC) no superó el dígito el año pasado, todos los valores en góndola de los productos bajo convenio subieron más que el índice general en el mes de diciembre, es decir, superaron el 1% de incremento.

Además, según aseguraron desde la Oficina Municipal de Defensa del Consumidor, el costo de vida en Rosario habría trepado hasta el 13%, varios puntos más que lo que se difundió oficialmente. Con lo cual no parece extraído de un cuento de ciencia ficción la sensación generalizada de los consumidores que no encuentran relación entre lo que pagan en el supermercado y lo que dicen las estadísticas.

Tal vez, sería conveniente empezar a poner en la balanza todos estos elementos a la hora de enunciar las grandes sentencias, como aquellas que definen a Rosario como la ciudad con mejor calidad de vida del país.