|
sábado,
30 de
diciembre de
2006 |
Fenómeno. Los científicos están asombrados por el tamaño de la masa de hielo y la rapidez con que se separó de una isla
Alarma por el desprendimiento de
un gigantesco témpano en Canadá
El iceberg tiene una superficie de 66 kilómetros cuadrados y un espesor de unos 40 metros
Un gigantesco témpano de hielo con una superficie de 66 kilómetros cuadrados se ha desprendido de la costa de la isla Ellesmere, en el ártico canadiense, fenómeno que ha disparado las advertencias de los científicos de que las consecuencias del calentamiento global son más graves y cercanas de lo que se creía.
Científicos de la Universidad de Ottawa han señalado que el colapso de la masa de hielo, con una longitud máxima de 15 kilómetros y un ancho de 5 kilómetros, se produjo de forma inusitadamente rápida y podría amenazar la navegación cuando empiece a desplazarse en la primavera (otoño para el Cono Sur).
El desprendimiento se produjo hace 16 meses pero no fue detectado hasta ahora tras el análisis de imágenes tomadas por satélites. El caso fue dado a conocer ayer.
El témpano, procedente de una barrera de hielo permanente denominada Ayles, se desprendió a unos 800 kilómetros al sur del Polo Norte y los científicos señalaron que el hielo que lo forma puede tener una antigüedad de 4.500 años.
La separación de la capa de hielo es la mayor producida en el ártico canadiense en los pasados 30 años.
El colapso de la gigantesca masa de hielo, que tiene entre 30 y 40 metros de espesor, fue registrado por sismógrafos situados a centenares de kilómetros de la isla Ellesmere.
En el ártico canadiense existen seis barreras de hielo permanente y Vincent añadió que desde que se descubrieron en 1906 su tamaño se ha reducido un 90 por ciento.
Tras desprenderse de la barrera Ayles, el témpano navegó unos 50 kilómetros hasta que el invierno ártico congeló las aguas. El témpano seguirá su navegación a la deriva con el deshielo en unos tres meses.
Los científicos se percataron del fenómeno cuando detectaron mediante imágenes de satélite la nueva isla y el rastro de trozos de hielo que había debajo flotando en su camino.
Esta barrera de hielo, conocida como Ayles, era una de las seis más grandes del ártico canadiense. Los científicos creen que su ruptura es atribuible al cambio climático. El profesor Warwick Vincent, de la Universidad Laval, expresó su convencimiento de que el incidente es consistente con el cambio climático mundial.
"Las temperaturas excepcionalmente altas han jugado un papel fundamental", explicó Vincent.
Acontecimiento perturbador
El experto en el Artico aseguró tras viajar a la nueva isla de hielo: "Este es un acontecimiento espectacular y turbador. Demuestra que estamos perdiendo partes fundamentales del norte de Canadá que habían estado allí desde hace miles de años. Estamos atravesando un umbral climático, y esto puede ser una señal del cambio acelerado que nos espera por delante".
Luke Copland, director del Laboratorio del Hielo de la universidad canadiense de Ottawa, consideró que "incluso hace una década los científicos asumían que el cambio climático se produciría gradualmente, y por eso quizá esperábamos que esas barreras de hielo se deshicieran lentamente, pero para nuestra sorpresa lo han hecho de repente, en el plazo de una hora".
Desde entonces, la nueva isla ha viajado 50 kilómetros hacia el oeste, hasta quedar atrapada en el mar helado al recrudecerse el invierno. (EFE)
enviar nota por e-mail
|
|
Fotos
|
|
Warwick Vincent en el témpano gigantesco que se desprendió.
|
|
|