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miércoles,
13 de
diciembre de
2006 |
Cloaca a cielo abierto. La zona es un foco infeccioso de extrema peligrosidad. Las tareas se terminarían en 60 días
Continúan los trabajos para lograr el saneamiento del arroyo Pavón
La provincia realiza obras de limpieza de fangos y está construyendo una cañería impulsora de efluentes
Villa Constitución. - Continúan las obras de limpieza del cauce del arroyo Pavón en el tramo que va desde la desembocadura del canal Villa Constitución hasta la salida en el arroyo Correntoso.
En ese lugar la provincia lleva adelante los reclamados trabajos para sanear definitivamente el espejo de agua donde se vierten los efluentes cloacales de Villa Constitución, que desde hace años se ha convertido en una cloaca a cielo abierto y representa un foco infeccioso de extrema peligrosidad.
Uno de los trabajos, que demanda una remoción de sedimentos de 103.000 metros cúbicos, consiste en limpiar el cauce y remover los fangos existentes a fin de restablecer las cotas del canal y lograr su navegabilidad.
El ministro de Asuntos Hídricos de la provincia, Alberto Joaquín, verificó la marcha de los trabajos hace unos días. "Con dos retroexcavadoras del Ministerio de Asuntos Hídricos, aguas abajo del arroyo, estamos llevando adelante el proceso de saneamiento de 3.300 metros que quedaron inactivos luego de la crecida extraordinaria experimentada hace 40 años", explicó Joaquín.
Paralelamente a esta limpieza de fangos se ejecuta la construcción de una estación elevadora, compuesta de cuatro bombas electrosumergibles. En ese lugar se realiza el tendido de 2.520 metros de cañerías, de los cuales 780 metros atraviesan un sector periurbano, y el resto se ubica sobre material de origen aluvional en una zona expuesta al régimen de crecidas del río Paraná. Estos trabajos se complementan con la ejecución de una obra de descarga en la desembocadura sobre el arroyo Correntoso.
"Queremos alejar del cauce inactivo del arroyo Pavón los volúmenes que egresan de la planta de tratamiento de efluentes cloacales, trasladando por un sistema de impulsión el punto de vuelco hacia un cauce con mayor capacidad de autodepuración que es el arroyo Correntoso", señaló el ministro.
En rigor, el problema del Pavón se generó en 1961, cuando una inusual crecida del curso de agua desvió su cauce natural. Pero cuando la situación volvió a su natural normalidad la mano del hombre comenzó a aprovechar este nuevo curso y paralelamente procedió a taponar con diversos elementos el cauce natural.
Luego se construyó un precario puente y un taponamiento consolidado que se halla en la mitad del curso del arroyo. Estos obstáculos impiden totalmente el paso de agua hacia el río Paraná.
En tanto, las piletas recolectoras de los desagües cloacales lanzan sus efluentes al cauce seco, quedando tales lodos a cielo abierto y generando una grave contaminación que afecta a cientos de familias asentadas en sus inmediaciones. En la actual situación de bajante del río, la situación también complica las actividades del club náutico Bartolomé Mitre.
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Las obras para sanear el arroyo Pavón demandan más de 2,5 millones de pesos.
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